Por Perla Schwartz     

A  sus 80 años, Clint Eastwood es un director riguroso, que sabe equilibrar la puesta en escena, el manejo de sus actores y lo más importante: elegir buenas historias, así tenemos entre su amplia filmografía títulos memorables realizadas a lo largo de tres décadas, como Bird (1988), Los imperdonables (1992), “Río Místico” (2003), “Million dólar baby” (2004) o “El gran Torino” (2009). 

Con gran dominio del oficio, y sabiendo conmover, sin empalagar, ahora Eastwood nos entrega una película entrañable “Más allá de la vida” (“Hereafter”), donde usa de pretexto una serie de fenómenos psíquicos  inexplicablespara abordar el eterno cuestionamiento humano sobre lo que sucede más allá de la muerte.   

Se trata de un filme construido mediante a tres historias paralelas que apenas se tocan, pero que tienen que ver mucho la una con la otra y que son marcadas por continuas vueltas de tuerca.  Por un lado está un obrero que por azares de la vida tiene poderes psíquicos (un estupendo Matt Damon),  pero que renuncia a serlo porque le causa un profundo dolor.   Por otra parte, una periodista francesa (Cécile de France) es sobreviviente de un tsunami (una impresionante primer secuencia), en cuya ocasión donde tuvo la oportunidad de conectarse con el más allá y su concepción de la vida cambia de manera radical. Finalmente un niño inglés (Bryce Dallas Howard), quien se siente perdido en el mundo, a partir de la muerte a causa de un accidente de su hermano gemelo.   

Elementos tan cotidianos le bastan a Eastwood para construir una portentosa película que cuenta con un inteligente guión de la autoría de Peter Morgan, que revela metáforas en torno a la vida y la muerte, la añoranza y las ausencias de las que uno no se puede curar tan fácilmente.   

A través de un ritmo moroso se va desplegando “Más allá de la vida”, pero la historia nunca pierde interés, tiene personajes bien trazados posedores de una gran soledad, personajes con los que resulta fácil identificarse por su condición humanos, frágil, imperfecta pero sincera.  

Eastwood es un realizador sensible, y el gran complemento es una banda musical basada en gran parte en partituras de Rachmaninoff. Asimismo,  cuenta con gran calidad artística, destacando la fotografía de Tom Stern. 

Lo inexplicable, los fenómenos psíquicos nunca podrán tener una explicación del todo racional,  y es que los miedos oscuros del ser humano seguirán siendo un enigma, por ello “Más allá de la vida” inquieta tanto.  

“Más allá de la vida” (“Hereafter”). Estados Unidos, 2010. Dirección: Clint Eastwood. Guión: Peter Morgan. Fotografía: Tom Stern. Interpretes:  Matt Damon, Cécile de France, Bryce Dallas Howard. Duración: 129 minutos.

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