Por Lorena Loeza
La Guerra de Vietnam es uno de los episodios históricos de la segunda mitad del Siglo XX, que sigue representando una herida abierta no sólo para Estados Unidos o el propio Vietnam, sino para el mundo entero. Ello resulta evidente cuando, al parecer, la necesidad de asimilarlo a través de narrativas compartidas ha dado como resultado un nutrido grupo de películas que lo abordan desde diferentes miradas.
Sin embargo, pocas veces tenemos la oportunidad de ver propuestas diferentes, que intenten contar la historia desde un punto de vista radical e introspectivo, como lo hace Spike Lee en su más reciente película, “Da 5 Bloods” (2020), que puede verse a través de Netflix.
Para nadie es un secreto que uno de los directores hollywoodenses que no sólo imprime su sello particular como autor, sino también como activista en contra de la segregación racial, es sin duda Spike Lee.
Prácticamente no existe trabajo suyo que no tenga un evidente y explícito propósito de difundir un mensaje político, antiracial y antisistema. Esta película por supuesto, no es la excepción, pero quizás nunca antes habíamos visto un relato tan intimista, donde también se hacen homenajes fílmicos y cinematográficos a otras grandes películas del género.
“Da 5 Bloods” nos cuenta la historia de cinco soldados afroamericanos que combatieron en Vietnam en los años setenta. Uno de ellos muere en batalla y los demás regresan a su país. Casi 40 años después, los cuatro sobrevivientes deciden volver a Vietnam a buscar el lugar donde fue abandonado el cuerpo del quinto integrante del grupo (interpretado Chadwick Boseman) y recuperar un tesoro de lingotes de oro que, junto a los restos de su amigo, dejaron enterrado en aquella época.
Lee construye sus personajes partiendo de motivaciones muy distintas: hay desde quien vive obsesionado por ese momento, hasta quien quiere recuperar el dinero y comenzar una nueva vida o financiar la causa antiracial. Lo que es común es que, para todos ellos, la guerra es un recuerdo crudo y doloroso imposible de sanar.
Pero también hay que decir que no solo se trata de expresar un discurso antibélico o antirracial. El director sabe que esa herida abierta no sólo existe para sus personajes, también el público la reconoce y la siente como propia. Y quizá, por esa razón, no se escatiman referencias a esa cultura pop que enalteció el heroísmo estadounidense, al cine de autor —por supuesto “Apocalipsis Now” de Coppola es omnipresente— hay burlas burlas para Rambo y otros datos de contexto histórico que permiten apreciar una auténtica mirada panóptica sobre el asunto.
Además, en esta ocasión, la mirada es más intimista que testimonial. Vemos humanidad, desconcierto, ambición, crueldad y desasosiego en los personajes y en la situación misma. Al parecer, esta vez el autor no solo denuncia, sino que muestra su propia vivencia de un trauma colectivo.
Finalmente, hay que decir que “Da 5 Bloods” tiene una hechura magistral, con actuaciones soberbias —un monólogo de Delroy Lindo se lleva la palmas en este rubro—. una fotografía cuidada y, como es habitual en los filmes de Lee, un soundtrack que va del presente al pasado sonoramente, integrando así todos los elementos que hacen de esta película una visión redonda del tema.
Quizás no debería sorprendernos el oficio cinematográfico con el que está realizada. A fin de cuentas Spike Lee nunca decepciona. Lo que sorprende es pensar que no la veremos en salas de cine, aunque por mucho se agradece que empecemos a ver tan buen cine en plataformas. Señal de los nuevos tiempos, quizá…