Por primera vez se llevará a cabo en México una retrospectiva de
spaguetti-westerns que tocan la Revolución Mexicana, algunas de ellas
nunca exhibidas o con estrenos tardíos en el país debido a que
presentan una imagen de ese capítulo de la historia mexicana que no
correspondía a la versión oficialista de la época (los años sesentas),
y el gobierno bloqueó su autorización.

Entre
los filmes que se motrarán se encuentran: ¿Quién sabe?, de Damiano
Damiani, de 1966, que forma parte del programa titulado La Revolución
Mexicana y el cine italo-europeo, que organizan el Colegio de México,
el Instituto Italiano de Cultura, el Centro de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos de la Embajada de Francia, y el Ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación de España. El taller se llevará a cabo el
22 y 23 de enero próximo en la sala de videoconferencia del Colegio de
México.

Los
coordinadores del taller, el Dr. Bernd Hausberger y el Dr. Raffaele
Moro integraron un programa en el que participan diversos especialistas
en el tema del cine y la Revolución Mexicana, además de una muestra de
algunos spaguetti-westerns que se asoman a ese episodio de la historia,
entre ellos algunos clásicos como Érase una vez la revolución (Giù la
testa, 1971), de Sergio Leone.

“Emilio
García Riera dice, por ejemplo, que ¿Quién sabe?, de Damiano Damiani,
tal vez sea la mejor de todas. Comenta también que se prohibieron
películas gringas sobre el tema, como The professionals (Richard
Brooks, 1965) o The wild bunch (Sam Peckinpah, 1968), aunque de ella se
permitió un estreno muy restringido en 1973. Otras como las primeras
dos películas de Sergio Leone, se estrenaron con bastante retrasos. Yo
sospecho que ninguna de las italianas pasó la censura porque si no
dejan pasar a ¿Quién sabe? no había razones para dejar pasar a otros
como Il mercenario (sergio Corbucci, 1968)”, comentó Hausberger para
Correcamara.com.

Los
spaguetti westerns eran películas de vaqueros de producción italiana,
cuyas tramas estaban ambientadas en el viejo oeste americano, que
fueron muy populares sobre todo en los años sesentas a raíz del éxito
de filmes como El bueno, el malo y el feo (Sergio Leone, 1966), entre
otros. Algunas variantes se filmaron en otros países europeos, como en
Alemania y España.

Entre
los conferencistas que participan en el taller se encuentran Ricardo
Pérez Monfort, Álvaro Vázquez Mantecón, Eduardo de la Vega Alfaro,
Adela Pineda Franco, Ariel Rodríguez Kuri, Hugo Lara, Rafael de España
Renedo, Marco Giusti, Christopher Freyling, Aurelio de los Reyes,
Montserrat Algarabel y Marco Bellingeri.

“Las
conferencias del taller espero que en primer lugar den a conocer este
imaginario extranjero sobre México. Durante el taller se exhibirán y
discutirán tres películas: ¿Quién sabe? y dos más a elegir,
probablemente Il mercenario y La resa dei conti, más un documental”,
añadió el Dr. Bernd Hausberger. Los conferencistas abordarán temas como
la iconografía de la Revolución Mexicana en el cine; el western
mexicano de la revolución; el cine y el western en Italia; y la
interpretación sobre la censura de los westerns revolucionarios en
México, entre otros.

Resulta
un suceso que estas películas puedan revisarse actualmente toda vez que
se aproxima la celebración del centenario de la Revolución Mexicana y,
en buena medida, permitirán observar los estereotipos de los mexicanos
que los europeos, específicamente los italianos, plasmaron en esas
cintas, sobre todo aquellos aspectos que resultaron “irritantes” para
las autoridades mexicanas que, en sus momento durante los años
sesentas, no autorizaron la exhibición de algunas de esas cintas. No
hay que pasar por alto que era una época en que gobernaban de forma
monolítica el PRI, cuya bandera política era precisamente la Revolución
Mexicana.

“Creo
que la Revolución Mexicana es el capítulo de la historia
extraeuropea-norteamericana, —o si quieres tercermundista, término algo
peligroso, pero adecuado para el contexto de los sesenta— que más se ha
tratado o representado o usado como trasfondo en el cine internacional.
Con esto, México ha llegado a formar parte de una memoria histórica
global.

“Ahora
la relación de este imaginario con la realidad histórica —otro término
peligroso— o con la memoria histórica mexicana es bastante complejo,
ambiguo o casi nulo. Para el público mexicano esto puede ser de interés
por dos motivos, me parece. Primero creo que debe ser interesante ver
cómo en el extranjero representa a su propio país; en otro nivel, creo
que aunque esta representaciones extranjeras fueron rechazados
oficialmente en México (por tanto no se estrenaron las películas) han
tenido influencia en el país, por ejemplo cinematográficamente, porque
el cine mexicano de los sesenta y setenta me parece que tomaron
imagenes de estas películas”, comentó Hausberger.

Los
organizadores explicaron a Correcámara.com que en un inicio tuvieron
temor de encontrar resistencia entre los interlocutores mexicanos para
exhibir estas películas, pero que la respuesta a su iniciativa ha sido
favorable y eso los estimuló a seguir adelante, incluso con la idea de
que el conjunto de la filmografía del spaguetti-western que se acerca a
la Revolución Mexicana pueda exhibirse a lo largo del año en diferentes
foros, mediante el vínculo con otros proyectos y promotores
cinematográficos que podría derivar en funciones en diversos espacios e
incluso en una exposición. La entrada al taller será libre y gratuita.

“Aparte
del taller, se planea publicar las conferencias para disponer de un
libro introductorio para las otras partes del proyecto, es decir, la
retrospectiva de películas y la exposición.

“La
retrospectiva se planea con unas 15 ó18 películas, se piensa
estrenarlas en algunos festivales de cine y otros lugares, pero todo
esto está en planificación. Si todo va bien, el ciclo de estrenos
iniciará a finales de 2009”.

Asimismo,
este esfuerzo podría ser uno de los componentes de una magna exposición
sobre el cine y la Revolución Mexicana, que actualmente prepara el
naciennaciente Museo Nacional de Cine para 2010.