Busamos que ‘Días de gracia’ te pegue más en el vientre que en la mente: Everardo Gout

‘Días de gracia’ llega a las pantallas. Entrevista con sus realizadores

Por Hugo Lara Chávez

“Días de Gracia”, la opera prima del mexicano Everardo Gout, se
estrenó el año pasado en el Festival de Cannes y fue exhibida
en el Festival de Guadalajara en la sección en competencia de
largometrajes mexicanos, donde obtuvo el premio para el mejor director. La cinta cuenta con un equipo de trabajo de
talla internacional, entre los que se encuentran los editores José
Salcedo ( “Hable con ella”, “La piel que habito”) y Hervé Schneid,
(“Delicatessen”, “Amèlie”); y los músicos Nick Cave (The Proposition,
2005),  Atticus Ross (“La red social”) y Shigeru Umbebayash (“In the
Mood for Love”).

La trama de “Días de gracia”  es cruda, sórdida y violenta, concebida narrativamente como un rompecabezas acerca de un policía, un rehén y unos secuestradores, cuyo hilo conductor son las crónicas televisivas de los mundiales de futbol. En esta cinta participan en el reparto  Dolores Heredia, Carlos Bardem, José Sefami, Mario Zaragoza, Paulina Gaitán y Tenoch Huerta, quien lleva el papel protagónico y quien en la vida real se inscribió a la academia de policías  para preparar a su personaje.

La película es producida por Ozcar Ramírez González, el fotógrafo Luis Sansans, Everardo Gout y su hermano Leopoldo, quienes pertenecen a una familia de cineastas. CorreCamara.com tuvo oportunidad de charlar con Everardo y Luis Sansans, quienes comentaron, entre otras cosas, que “Días de gracia” ya ha sido mostrada a muchos policías, porque les sirve para alertar de los peligros de la corrupción, de los valores éticos y de lo que te tienes que enfrentar en la calle. La cinta llega a las salas comerciales este viernes 13 de abril

Corre Cámara (CC): Háblanos de los colaboradores de primer nivel que tiene “Días de gracia” ¿Cómo lograron convencer al editor  y a los músicos?

Everardo Gout: La película tiene una estrella que la ha seguido y la gente de alrededor del mundo se interesa. Empezamos a colaborar primero con José Salcedo, que es el editor de Almodóvar. Cuando abrimos la coproducción con Francia, necesitábamos ir a editar allá y queríamos un editor de habla hispana para que entendiera que estábamos hablando. José fue un elemento clave en esto. Él no vio imágenes, vio el guión y dijo “me interesa muchísimo esta manera de narrar la historia, como un rompecabezas fragmentado de emociones humanas”.

Él es un gran editor y tiene una capacidad para llegar muy fácilmente a la mejor condición humana, tiene un ojo clínico impecable para ver las mejores actuaciones y los mejores momentos de cada individuo.

Como son tres historias, yo tenía la idea de que fuera una colaboración también de montajistas o de editores, y entonces buscamos a Hervé Schneid que es uno de mis héroes de todos los tiempos, imagínate hizo “Delicatessen”, hizo la primera película grande de Lars Von Trier (“Europa”, 1991), es uno de los grandes maestros que tengo. Y nos encontramos con un ser humano maravilloso, es increíble que se entusiasmó mucho con la película, le enseñamos como 20 minutos el proyecto, y nos dijo “tengo que ser participe de él”.

CC: ¿Y los músicos? ¿Cómo los convenciste?

EG: La película cuenta tres historias, cada una se filmó en un formato distinto, y queríamos que cada una tuviera un creador, teníamos claro que necesitábamos a tres compositores distintos. Buscábamos que cada una de las historias te pegara más en el vientre que en la mente, que fuera algo más emocional, que sintieras que estás en otro tiempo pero que no los supieras con certeza, por qué era el juego de la película.

La investigación duró cinco años mientras escribíamos el guión, fue un trabajo en paralelo de ir puliendo el guión conforme íbamos entrevistando y nutriéndonos de toda esta investigación. Mientras lo hacíamos, teníamos un par de compositores y de coros que nos acompañaron todo el viaje y esos eran como una fuente de inspiración, como Nick Cave y Warren Ellis. Y entonces los empezamos a contactar así sin conocerlos, a Nick Cave lo contactó mi hermano, él sabe que soy fan de su trabajo, y fue un largo proceso hasta llegar a él. Le mandamos un DVD con un primer corte, cuenta la leyenda que estaba con él John Hillcoat, el director de “The Proposition”, que son buenos amigos y que también es guionista. Nick le dijo a John: “mira me llegó esta cosa rara de México, vamos a ver que opinas” y cuando John la vio le contestó “Tienes que hacer esta película… mira los planos que inventaron”.

Y fue así que los empezamos a buscar a todos. Les decíamos: “mira ésta película mexicana pero no hay dinero, ¿te interesa?”  Yo creo que les daba risa que alguien se atreviera. Luego contactamos a otro músico, Atticus Ross, que en su momento “Días de Gracia” era su tercera película. Cuando lo contactamos nadie lo conocía.  A mi me gustaba mucho su sonoridad porque sentía que iba muy de la mano con las imágenes, porque es una historia donde estás en el punto de vista de una persona que está en cautiverio y que no puede ver. Así, logramos la atención de este músico y aceptó. Empezamos a trabajar y luego resultó que como al mes se estrenó su película que resultó ser La Red Social, y con ella ganó un Óscar y un Globo de Oro por ese trabajo.

Primero la gente me decía: “¡Orale! ¡Tienes a Nick Cave! ¡que bien!”, y  cuando les hablaba de Atticus Ross  me decían “¿y ese quién es?”…  y ahora casi es al revés.

La otra historia es más femenina, muy fuerte, muy elegante y muy delicada, de esa feminidad expuesta a la violencia y a una carrera contra el tiempo. Así, recordé otro de los grandes compositores que me encantan, Shigeru Umbebayashi, que siento ha hecho el maridaje  perfecto en mi opinión entre una película y un score, en “In The Mood For Love” de Wong Kar Wai.  El productor Ozzcar Ramírez encontró los datos de su agente y le mandó un mail. Nos decían “bueno, no tienen lana, que padre, pero mándenos un screening de la película”. La vieron y les gustó. Quiso tener una conferencia skype con nosotros y empezamos a trabajar así. El maestro Shigeru Umbebayashi, un ente iluminado, un músico excepcional, elegantísimo y con una conexión increíble también. Fui a grabar el score a Japón con él y primero teníamos un traductor, porque él no habla bien inglés y yo no hablo japonés y tenía que trabajar entre español y japonés. Nos duró mucho el traductor, porque al segundo día después de un par de sakes y un día y medio metidos en la chamba, ya nos entendíamos perfectamente. 

CC: Estética y fotográficamente ¿qué se plantearon en esta película? ¿qué desafíos enfrentaron?

Luis Sansans: Tener que trabajar con Everardo, ese fue el mayor desafío porque somos productores los cuatro: Leopoldo (el hermano de Everardo), Óscar Ramírez, Everardo y yo, pero básicamente era un reto muy grande porque también le gusta operar cámara.

Él hizo la segunda cámara de la película y ante todo quería ver a todos lados, era un reto poner a prueba en esta etapa donde ya vamos para el cine digital muy rápidamente, donde ya la mayoría de las películas  se hacen en cine digital, pues nosotros tomamos la decisión de aprovechar todos los formatos cinematográficos, desde 8 mm, hasta 35 mm anamórfico.

Lo que hicimos fue crear unos diseños dentro de las historias, tanto a nivel auditivo como a nivel musical, inclusive a nivel visual, tratar de manejar texturas y manejar frecuencias distintas para cada una de las historias, pero que fueran muy sutiles, que lo sintieras más en el estomago que en el interior, más que fuera obvio al ojo, a la vista.

CC: ¿De quien fue la idea de que Tenoch entrará a la escuela de academia?

EG: Yo creo que el crédito fue de él, de su compromiso actoral, de su profesionalismo, de su gran talento.  Yo le di el guión como un año y medio antes de que filmáramos, y luego platicamos con él, no quería aceptar la película, estaba como indeciso, de sus miedos personales con el viaje de este personaje. En algún momento platicamos de la preparación y no me acuerdo como salió el tema pero dijo “yo quiero meterme a la academia de policía”, y se metió a la academia de Ecatepec, él es oriundo de allá, y es un ambiente bastante rudo. Estuvo 4 meses en su preparación de policía sin que supieran ni los compañeros ni los instructores, y cuando se destapó ya pudo hacer el curso de fuerzas especiales que fueron otras 8 semanas me parece. Así, el resto del cast pudo entrenar con ellos, Mario Zaragoza, José Sefami, Marco Pérez. Hay policías que nos acompañaron al set e interpretan al resto de la palomilla de los policías. Le enseñamos la película a los altos mandos policíacos, porque dijimos “vamos a entrarle al toro por los cuernos”, mejor que la vean con nosotros. Para nuestra sorpresa les encantó y de hecho se la están mostrando a muchos policías, pues han tenido un par de proyecciones para policías, porque sirve para alertar de los peligros de la corrupción, de los valores éticos y de lo que se tienen que enfrentar allá afuera (en la calle).

CC: ¿Encuentran ustedes una equivalencia entre esta película y “Amores Perros”, que contaba una historia fuerte y además visualmente tenía una definición muy especial?

EG: Sobre todo por la posibilidad de un nueva idea de cine mexicano, como en su momento lo hizo “Amores Perros”, pues es básicamente seguir demostrando al mundo entero que hay ideas interesantes y que se pueden desarrollar y narrar de una manera proactiva, que sean temas fuertes y que sean también para el público en cualquier idioma.

CC: Dado que los secuestros es un tema duro ¿no temen que la gente más bien tienda a reaccionar negativamente?

EG: No, porque lo que hemos tenido hasta ahora es una reacción al revés, a la gente que la ha visto le encanta y la recomiendan mucho. Primero que nada tratamos de hacer una película entretenida, para nosotros era muy importante hacer algo visualmente espectacular, sonoramente espectacular, para no tratar ni de aleccionar ni de aburrir al público, ni de engañarlo, sino de subirlo en esta montaña rusa de emociones y de viajes de sonoro y visuales en la cual el trasfondo es la realidad en la que estamos todos sumergidos. La gente se identifica y ha agradecido poder ver desde otro ángulo lo que estamos viviendo. 

Tomamos la decisión de aprovechar todos los formatos cinematográficos, desde 8 mm, hasta 35 mm anamórfico

EN LA FOTO DEL INICIO: Everardo Gout y Luis Sansans. @CorreCamara.com

Esta entrevista fue publicada inicialmente en el marco del festival de Guadalajara. 8/03/12

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.