Distrital: A desempolvar los discos de Jay Reatard

Por Yossa Guzmán
Reportera Distrital

Dentro de la programación del Festival Distrital, hoy tocó ver una película mexicana ganadora en la convocatoria 2011 de la beca Gucci- Ambulante: “Lecciones para una guerra” del realizador Juan Manuel Sepúlveda, egresado del CUEC. La película narra la cotidianidad de la comunidad Ixil en Guatemala, sus fiestas, tradiciones, juegos y pensamientos enmarcados por la hermosa naturaleza que tiene como fondo; desafortunadamente estos apacibles momentos son ensombrecidos por el miedo latente entre los lugareños de que ocurran de nuevo las matanzas provocadas  por el ejército entre 1982 y 1996.

Gracias a los textos del inicio y del final podemos entender que la película no se trata sólo de la vida rural indígena al norte de Quiché en Guatemala, sino que trata de un pueblo que ha resistido durante casi treinta años el acoso del ejército empeñado en quitarles sus tierras. Sin estos textos, parecería que es un trabajo etnográfico del mundo cotidiano de estos pueblos.

“Lecciones para una guerra recuerda en algunos momentos a “Los Herederos” del mexicano Eugenio Polgovsky pero sin la contundencia en la imagen ni los silencios que dicen mucho, información de denuncia, por el contrario, en este documental se aprecia, en las pláticas de los ixiles en su lengua nativa, su manera de ver el mundo y sus relaciones entre los miembros de la comunidad. Las lecciones para la guerra se heredan por generaciones para no olvidar y tener presente un pasado injusto y seguir en la lucha.

Lecciones para una guerra” del realizador Juan Manuel Sepúlveda, narra la cotidianidad de la comunidad Ixil en Guatemala

En la sesión de preguntas, el director mostró una clara postura ante la realización de un documental con una función social básica relacionando el cine con la política. Su postura tan determinante se pierde un poco entre tantas postales de cotidianidades rurales, él mismo comentó que la comunidad se siente harta de la sobreexplotación que ha tenido la guerrilla guatemalteca en los medios masivos de comunicación, tratándolos como los pop-stars de la guerrilla, por eso  trató de no caer en ese juego paradójico.

Aunque cae un poco en este juego, se agradece que nos muestre, a pesar de la sombra de los 200 mil indígenas asesinados, la fuerza y cotidianidad de estas personas viviendo al máximo en medio de la naturaleza. Su resistencia consiste en apreciar y vivir con toda plenitud.

Otro documental pero de la sección cuadrante, “Better than Something: Jay Reatard”, es un emotivo y muy auténtico documental sobre Jimmy Lee Linsay, un músico de punk rock de Estados Unidos y la ciudad que lo vio nacer: Memphis. Esta mancuerna ciudad-Reatard nos lleva por toda las vivencias, experiencias y anécdotas de un cantante atormentado, furiosos pero también asustado que sólo encontró consuelo en la música y en su peculiar manera de crear.

Este retrato que muestran los directores Ian Markiewicz y Alex Hammond (quienes no llegaron a la sesión de preguntas), nos ofrece presentaciones de las diferentes bandas de Jay Reatard en tiendas de discos, festivales, conciertos, entrevistas con amigos y familiares intercaladas con entrevistas del propio Reatard mostrándose sincero y reflexivo sobre su vida y su manera de relacionarse con el mundo. 

Visualmente nos encontramos con un documental cargado de imágenes típicas de las ciudades norteamericanas y pósters de las diferentes etapas de Jay Reatard como músico, desde sus inicios cuando tenía 15 hasta los 29 años, edad en la que muere supuestamente por sobredosis de drogas, corta vida pero muy prolífica discografía y numerosas bandas desde The Reatards hasta Destruction Unit, de las cuales iba y venia, pues  tenía un temperamento volátil y explosivo.

Vale mucho la pena verlo, las canciones que acompañan a las entrevistas son el gancho perfecto para atrapar al espectador en esta historia un tanto desoladora, presentando a un músico alejado del mainstream pero muy cercano a sus instintos tanto musicales como vivenciales. A desempolvar los discos de Jay Reatard.