Por Jon Apaolaza
Noticine.com-CorreCamara.com
La historia agridulce de cuatro adolescentes de Guadalajara que forman un grupo punk, “Somos Mari Pepa”, ha seducido a la audiencia juvenil de la sección Generation en el Festival de Berlín, que se cierra este fin de semana. La opera prima de Samuel Kishi Leopo está despertando el interés de muchos certámenes internacionales y sin duda hablaremos de ella a menudo en los próximos meses. NOTICINE.com dialogó en exclusiva en la capital alemana con el nuevo cineasta tapatío.
– ¿Qué reacción han tenido en la Berlinale?
Ha sido fue muy interesante. Hubo una muy buena reacción del público. Yo estaba nervioso pero hubo muchas risas y también me llegaron a comentar que cuando terminó la función y los espectadores salieron cantando las canciones. Entonces creo que ha sido una muy buena acogida.
– Pese a tratar una historia con unos personajes muy mexicanos, “Somos Mari Pepa”, no parece que los jóvenes europeos hayan tenido problemas para dejarse llevar…
Son temas universales. La adolescencia, el dar ese paso a la edad adulta. Enfrentarse a los nuevos problemas, a las nuevas responsabilidades, a la búsqueda de un trabajo, a las experiencias sexuales, a la incertidumbre de crecer. Es algo universal y hace click ya seas mexicano, japonés, peruano, español… de cualquier lado. Todos tenemos en común esos puntos en la maduración.
– Su película participó el año pasado en varios festivales mexicanos. Cuénteme como ha sido la trayectoria del film y que perspectivas tienen para este 2014.
La trayectoria de la película “Somos Mari Pepa”, desde que estuvo en Guanajuato ha sido bastante rica. Estamos sorprendidos. De Guanajuato fue a Morelia y tuvimos nuestro estreno internacional en el AFI FEST, en el American Film Institute, en Los Angeles. Y de ahí ha llegado a la Berlinale, en la sección de Generation. La cinta tiene una agenda completa hasta el mes de mayo de este año, que es lo que tenemos confirmado. De Berlín nos vamos a Miami, Cartagena, Panamá, Toulouse, Guadalajara, Rivera Maya y FICUNAM.
– ¿Cuál cree que es el secreto de “Somos Mari Pepa” para convencer a seleccionadores de todo el mundo?
Soy consciente de que no tenemos una película perfecta ni la gran obra maestra, pero creo que tenemos un film fresco y honesto y los espectadores lo agradecen. No queremos dar la gran moraleja. También creo que el soundtrack, hay algo de las canciones, como el “I wanna come your face”, que es pegajoso y es parte del éxito.
– ¿Tienen ya distribución en México?
Sí ya estamos hablando y la sección de la Berlinale nos está ayudando mucho para encontrar los distribuidores, ya que es un gran escaparate. Sin embargo, todavía estamos hablando y nuestra idea es que el estreno comercial sea en septiembre de este año. Tenemos que decidir si nos vamos independientes o si nos vamos de la mano de alguien, de un buen distribuidor porque somos también primerizos en esto.
– Hay un cineasta mexicano, Fernando Eimbcke, que se ha abonado a contar historias de adolescentes. ¿Tiene también usted intención de continuar con esta temática o se abrirá a otros asuntos?
Fernando es un referente en el cine mexicano y de cine adolescente con ese tipo de temática. Lo que quiero contar, muchas veces me baso en experiencias personales. La siguiente película que estamos escribiendo se basa en el rango de la infancia. Pero seguramente retomaremos a los personajes Mari Pepa en otra etapa de su vida. Cuando estoy escribiendo tiene que ver un poco más con cómo voy asimilando esas etapas de mi vida. Voy como con retraso. Ahora apenas estoy asimilando mi adolescencia y escribí un film que tiene q ver con esto. A parte de la infancia, la siguiente tenga que ver con la crisis de los 20 años y de después de los 30, que son temas muy universales.
– ¿O sea que podemos estar ante una futura saga?
Sí me interesa retomar esos personajes y qué ha pasado con ellos en su vida. Probablemente sí (Ríe). Estaría bien retomarlos cuando hayan entrado a los 20. Esperar unos añitos. A los 40… etc, ya sociológicamente y antropológicamente. De hecho es chistoso porque llevo cuatro años trabajando con los chicos. Entonces parte del material lo grabamos cuando tenían 14 años, y nos decían que fuimos cronistas de su adolescencia. En la película está retratado parte de esa maduración de los 14 a los 18 años.
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