Exhiben “Fausto”, un filme lleno de metáforas, en la Cineteca Nacional

Redacción. “Fausto” (Rusia, 2011), la película ganadora del León de Oro en Venecia 2011, se exhibe actualmente en la Cineteca Nacional. La cinta está basada en el libro homónimo de Johann Wolfgang von Goethe, que aborda la historia de un profesor que comienza a impacientarse por las limitaciones religiosas impuestas sobre el conocimiento científico, por lo que decide vender su alma a cambio de la iluminación intelectual. El filme abre la puerta a un mundo lleno de metáforas, simbolismo visual, diálogos detallados, movimientos de cámara artísticamente elaborados y nos lleva a un viaje en la compañía de un demonio que está listo para satisfacer cualquier deseo.

“Fausto” es el capítulo final de la tetralogía cinematográfica sobre la naturaleza del poder. Los tres principales personajes en las tres primeras películas son figuras históricas reales: Adolf Hitler [Moloch, 1999], Vladimir Lenin [Telets, 2000] y el emperador Hirohito [Solntse, 2005]. “La imagen simbólica de Fausto completa esta serie de grandes jugadores que perdieron la más importante apuesta de sus vidas”, ha comentado el director al respecto.

“Fausto” está aparentemente fuera de lugar en esta galería de retratos, de personajes casi como de museo, es un personaje literario enmarcado por un argumento simple. Entonces, ¿qué tiene en común con estas figuras históricas que ascendieron a la cima del poder? Un amor por las palabras que les permite convencer y una infelicidad patológica en todos los días de la vida. Lo maligno se puede reproducir y Goethe lo proclama cuando dice: ‘La gente infeliz es peligrosa’.”

Bajo la dirección del reconocido realizador ruso Aleksandr Sokúrov, “Fausto”, cuyos derechos fueron adquiridos por la Cineteca, se exhibe en la Sala 7 Alejandro Galindo de la Cineteca Nacional, así como en Cine Lido y Cinemas Lumiere Reforma, sedes alternas de esta institución. Además podrá disfrutarse en Cinépolis Interlomas, el Centro Cultural Carranza y The Movie Company.

Sokúrov fue discípulo de Andrei Tarkovski, gracias a quien se incorporó, a finales de los setentas, al Lenfilm, el segundo gran estudio de cine en Rusia, donde dirigió algunas películas que fueron censuradas por las autoridades soviéticas. A menudo sin trama, pero con un gran énfasis en la estética y el impresionismo, sus películas se notan cercanas a la historia y a la naturaleza. Después de la caída del régimen soviético, sus filmes comenzaron a ganar numerosos premios y seguidores alrededor del mundo. Sokúrov se ha mostrado interesado en temas como la influencia absoluta del poder en los seres humanos, la responsabilidad y el grado en que cada uno puede influenciar a la historia. En una suerte de reconciliación con su primera vocación de historiador, en 1990 Sokúrov anunció hacer una tetralogía acerca de los políticos más poderosos del siglo XX.