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Lars Von Trier es desde este jueves “Persona non grata” para el Festival de Cannes. Las alusiones sobre Hitler y los judíos expresadas por el cineasta danés la víspera, durante la presentación de su último trabajo, “Melancholia”, le han valido la condena de los organizadores del certamen, en el que ha presentado desde 1984 una docena de películas, obteniendo una Palma de Oro (por “Bailando en la oscuridad”) y cuatro premios menores. Aunque no se ha difundido el alcance de la “condena”, puede pensarse que no volverán a seleccionar sus obras en el futuro.
A pesar de que el miércoles en la tarde el festival había manifestado en nota de prensa unas palabras de excusa y arrepentimiento por parte de Von Trier y el tema parecía zanjado, al día siguiente el Consejo de Administración volvió a difundir una nota en el decía “condenar firmamente las palabras de Lars Von Trier, quien ha sido considerado persona non grata con efecto inmediato”. Lamenta el organismo gestor del más famoso certamen cinematográfico del mundo que el cineasta danés “haya utilizado este tribuna para expresar planteamientos inaceptables, intolerables y contrarios a los ideales humanitarios y de generosidad que presiden la propia existencia del festival”.
De nada sirvió que Von Trier hiciera público horas después de su incendiaria rueda de prensa un comunicado en el que declaraba taxativamente no ser “ni racista, ni antisemita ni nazi”, insinuando que había hecho una declaración irónica por sentirse provocado por un periodista que simplemente le preguntó por sus raíces alemanas.
Con la actual situación, y a pesar de que la acogida a “Melancholia” fue mayoritariamente positiva, sería harto difícil que su película tuviera ya opciones de figurar en el palmarés que se hará público el próximo sábado.