Por Leticia Carrillo


Con un reparto en el que destacan los ganadores del Ariel Fernando Luján (‘5 días sin Nora’), Enrique Arreola (‘Párpados azules’) y Ernesto Yañez (‘El imperio de la fortuna’), llega este viernes 23 a las pantallas grandes de México ‘Euforia’, llevando como protagonistas a la joven actriz Ana Serradilla (‘All inclusive’/’Todo incluido’) y al también premiado con el Ariel, Humberto Zurita (‘Bajo la sal’).


CorreCamara.com platicó con Alfonso Corona (‘Extraños caminos’), el director de la cinta quien aclaró que a pesar de que el personaje principal de la historia es un músico cuarentón venido a menos, ‘Euforia’ no es una película de rock, sino una road movie en la que “la carretera de la vida brinda lecciones y experiencias para atreverse a cruzar el umbral”.


CorreCamara.com: En su película vemos referencias a algunas creencias relacionadas con la corriente New Age ¿cuál es la razón de su incorporación en la trama?


Alfonso Corona: Son una herramienta para abordar el hecho de que casi todos los personajes están a punto de cruzar el umbral. “Pat Corcoran” (Humberto Zurita) no se ha atrevido a hacerlo y ha vivido los últimos años de su vida sumergido en una crisis personal. “Ana” (Ana Serradilla) en cambio, está dispuesta a traspasarlo porque es más joven, tiene más energía y ganas de conocer el mundo. Y el único que no tiene la necesidad de hacerlo es “Max” (Ernesto Yañez) porque ya pasó por ese proceso en el pasado, cambió su forma violenta de ser y está metido en una cuestión de administración de la ira y de contemplación…aunque cuando Pat regresa a su vida, le remueve muchas cosas.


CC: En la película se nota que los personajes siempre están huyendo o alejándose de los espacios cerrados ¿por qué?


AC: En la película hay una premisa que me gusta mucho mencionar, la de que “el camino es la meta”. En este sentido, lo que está diciendo la película es que si tienes conflictos no te encierres en ellos, sal a la carretera de la vida, tienes que experimentar, salir, recibir lecciones, revelaciones, para atreverte a cruzar la puerta.


CC: También se aprecian en ‘Euforia’ un número considerable de locaciones en la Ciudad de México y el interior de la República ¿esto elevó el costo de la película?


AC: No, el presupuesto está en el promedio de lo que cuestan las películas mexicanas (de 1 a 2 millones de dólares). Lo que nos ayudó mucho fue salirnos de la Ciudad de México porque hacer películas aquí sale muy caro, transportar los equipos de locación a locación implica perder dos horas diarias de tiempo. Por eso mis cintas las hago pensando en salirme de la Ciudad de México, además contamos con todas las facilidades de los gobiernos de los Estados de Querétaro y Guanajuato, donde filmamos. Yo creo que los cineastas debemos ser los mejores embajadores de nuestro país, haciendo historias que se alejen de lo que comúnmente se hace en el cine mexicano.


CC: ¿Por qué centrarse en la figura de un ex rockstar?


AC: Quiero aclarar que ‘Euforia’ no es una película de rock porque Pat pudo haber sido un arquitecto o un abogado pero a mi se me hizo más interesante, dramáticamente hablando, abordar la vida de un rockero porque por lo general son personas contestatarias y porque su vida se puede acabar a los 27 años si no tienen el suficiente talento para desarrollarlo con el paso del tiempo. Y Pat sufre esta doble crisis, la de la edad y la de no haberse sacudido el rock a pesar de que ya no tiene nada más que dar en ese aspecto.


CC: Sin embargo, por una parte “Pat” está obsesionado con Jim Morrison (vocalista de The Doors) y por otra, en la cinta la mayor parte de la música que escuchamos es clásica ¿esta decisión se tomó por una cuestión de derechos de autor?


AC: Bueno, es que “Ana” adora la música clásica y por eso la escuchamos. Pero sí hubiera estado increíble contar en la película con una canción de The Doors pero ésta hubiera costado mínimo, 50 mil dólares.


CC: Tengo entendido que cuando usted comenzó a filmar la película recién lo habían operado del corazón ¿hay similitudes en su estado de ánimo de ese entonces con algunos aspectos de la personalidad de “Pat”?


AC: Sí. Casualmente a mi no me habían aprobado proyectos en el FIDECINE y en ese momento fui sometido a varias operaciones del corazón; y me empecé a sentir como Pat, que se me cerraban todas las puertas, que nunca iba a volver a filmar. Tenía muchos momentos en los que me sentía en un estado de ensoñación por el dolor que estaba sintiendo y las drogas que me estaban administrando. Pero estar en el hospital me permitió reescribir el último tratamiento del guión y lo que cambió respecto a las dos versiones anteriores que hice de él fue que la euforia ahora era hacia adentro y no hacia fuera.


CC: ¿Qué sigue para usted después de ‘Euforia’?


AC: Estoy preparando un proyecto que se llama ‘Clipperton’, basado en hechos reales acerca de un grupo de mexicanos que fueron mandados a esta isla del Pacífico para que la habitaran y posteriormente fueron abandonados ahí. Este es un proyecto más ambicioso, en el que va a haber héroes y heroínas; si las cosas marchan bien vamos a empezar a rodar en enero próximo.


EN LA IMAGEN: Ana Serradilla y Humberto Zurita