Muestra “Táu” exploración del ser en medio del desierto

Paulina Carillo/Enviada

Morelia, Mich.- El primer Largometraje Mexicano de la Competencia Oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia en presentarse ante la prensa fue Táu, opera prima de Daniel Castro Zimbrón, fotografiada por Diego García y protagonizada por Brontis Jodorowsky, hijo del legendario Alejandro Jodorowsky.

El largometraje se desarrolla durante el viaje y la estancia que hace Gustavo -un biólogo botánico de 50 años- al desierto Real de Catorce, en San Luis Potosí, México. El hombre observa y documenta lo que ve a su paso, se enfrenta a cosas “extrañas” que suceden en lugar y que lo hacen buscar otro espacio dentro del mismo; una vez ahí, se reencuentra, en un momento entre la vida y la muerte, con su amor, Ana. En su camino es ayudado por un Maracame (hombre nacido para sanar a sus hermanos) Huichol.

En la conferencia de prensa que se llevó a cabo luego de la función de prensa de la cinta, Brontis Jodorowsky comentó que trabajar en Táu le permitió regresar y explorar el lugar donde empezó a trabajar en cine, dentro del rodaje de El Topo, dirigida por su padre.

Daniel Castro señaló que una de las ideas al desarrollar la película fue la confrontación del personaje a través de otro personaje, el desierto, que se expresa por sí mismo: “el desierto va a orillando a Gustavo a enfrentar sus emociones y sentimientos”, afirmó el director.

En ese sentido, detalló el realizador, en la cinta se puede encontrar de manera recurrente los círculos –físicos o metafóricos- como en la forma del sol del peyote, o en la situación en la que se encuentra el personaje principal, dando vueltas sobre las mismas situaciones; o el espiral que le permite salir del atolladero emocional en el que se encuentra y darle respuesta a la búsqueda de sí mismo.

Sobre el trabajo fotográfico del filme, Diego García comentó que todas las tomas se hicieron con luz natural: “trabajar en medio de la naturaleza es una gran experiencia, es muy fuerte laborar en ese entorno porque te enfrentas a peligros como serpientes y otra animales venenosos, pero es parte de los mismo”.

Respecto a la zona donde filmó Táu, Castro Zimbrón declaró en referencia a los proyectos mineros que pretenden instalarse en el lugar: “Estoy convencido de que Wirikuta es un lugar sagrado, se siente cuando uno está ahí, yo creo que en el desierto hay el inicio de una existencia, entonces es importantísimo preservarlo”.

Y agregó que para filmar la película pidieron permiso al lugar por medio de un ritual por medio del Maracame que aparece en la cinta: “hay que tratar a la tierra con mucho respeto, es fundamental”.

Finalmente, Daniel Castro contó que Táu se enmarca en la “Trilogía de la Luz” que pretende completar con Las Tinieblas –que giraría en torno a la familia- y Sombra, -enfocada en la fe-.