Muestran facetas del productor
cinematográfico

Paulina Carrillo/Enviada

Monterrey, NL.- En la mesa “El
productor como generador de proyectos” que se realizó dentro del Quinto Día de
la Industria organizado por el Festival Internacional de Cine de esta ciudad, participaron
los productores Jorge Sánchez (El coronel
no tiene quien le escriba
), Roberto Fiesco (Rabioso sol, rabioso cielo) y Pablo Baksht (El héroe de Carlos
Carrera
).

Jorge Sánchez afirmó que hay que
resaltar la “rentabilidad social” del cine mexicano y el deber de los cineastas
por regresarle a la sociedad, con su trabajo, los recursos que invierte en el
séptimo arte. Además, afirmó, es necesario recuperar “el gusto del público por
el cine mexicano que mostraba decenios atrás, porque el imaginario colectivo
que éste generaba se ha visto ocupado por las imágenes de la violencia”.

El exdirector del Festival
Internacional de Cine en Guadalajara detalló que acutalmente se encuentra
produciendo para OPMA  (Organismo
Promotor de Medios Audiovisuales) una serie de trece capítulos, dirigida por
realizadores jóvenes sobre nuevos cineastas mexicanos, entre los que se
encuentran aquellos que realizan su opera prima hasta los que ya cuentan con
varias películas: “es una mirada de directores sobre directores que, espero,
sirva a los espectadores a acercarse a la pasión por hacer cine”, afirmó. 

Por su parte, Pablo Baksht comentó
que la creatividad es una cualidad necesaria en los productores ya que ésta les
mostrará nuevos caminos para financiar un proyecto, realizarlo y finalmente,
venderlo. Y contó que para reunir recursos para la película de animación “Ana y
Bruno”, dirigida por Carlos Carrera y producida por él, han recurrido a
estrategias como el “crowdfounding”, la venta de muñecos inspirados en la
historia y las relaciones públicas en festivales de cine.

En tanto, Roberto Fiesco consideró
saludable la tendencia que se está registrando en el cine nacional del
surgimiento de productores que buscan a directores para drigir proyectos:
“antes el cineasta era el que buscaba el financiamiento para su obra, ahora
tenemos por un lado, a directores con vocación creativa y por otro, a
productores que ven en un guión la posibilidad de obtener beneficios
económicos, y esa división le hace bien al cine”.

Finalmente, aseguró que es
fundamental la afinidad entre productor y director porque su relación es “una
especie de noviazgo” que atraviesa distintas etapas desde el desarrollo de una
idea para llevarla a la pantalla grande, el análisis y la crítica necesaria al
guión hasta la realización y  el estreno
del filme.