Paulina Carrillo/Enviada

Guadalajara, Jal.- Según Esteban Larraín, director de La Pasión de Michelangelo –cinta que participa en el principal apartado en competencia del Festival de Guadalajara y se estrenara en Chile durante la Semana Santa- la Iglesia Católica no tiene, como en el pasado, el poder para prohibir películas.

El filme está inspirado en una conocida historia real ocurrida en durante la dictadura pinochetista y tiene como protagonista a Miguel Ángel, un joven que asegura ver y hablar con la Virgen María, situación que es declarada falsa por la Iglesia chilena que prohíbe a los fieles acudir al cerro de Peñablanca, donde supuestamente ocurren las apariciones. Sin embargo, los creyentes reunidos en el lugar alcanzan las 100 mil personas.

Para Esteban Larraín, lo que sucedió con Miguel Ángel Poblete tiene muchas formas de ser explicado, una de ellas es la Teoría de la Conspiración pues se piensa que el régimen de Augusto Pinochet manipuló a la población con este suceso, incluso, se ha llegado a mencionar que este joven de origen humilde era un
agente encubierto: “en algún tiempo el gobierno facilitó el transporte para que los creyentes acudieran al cerro y dejaran de lado las manifestaciones”, comentó el realizador.

“Miguel Ángel era una persona con muchas carencias sociales  y económicas, y al igual que todo el país termina envuelto en un fenómeno surreal”, añadió Larraín en conferencia de prensa en el marco del FICG.

Por su parte, Sebastián Muñoz, el actor que da vida a Miguel Ángel resaltó que el mayor reto era hacer una interpretación “con respeto y dignidad” de una figura de la que buena parte de los chilenos cuentan con una referencia física.

El actor  mencionó que cuando se rodó la película habían pasado 2 años de la muerte del supuesto profeta, tuvo acceso a diversos materiales periodísticos, académicos y de investigación sobre el
extraño caso de Miguel Ángel, que le ayudaron a afinar y preparar su papel.