Un informe citado por el Hollywood Reporter estima que la asistencia
a los cines en Latinoamérica se recuperó en 2006 de la caída del año
anterior, de acuerdo al documento Cinemagoing Latin America.

El reporte fue elaborado por la compañía inglesa especializada en la
exhibición Dodona Research, y señala que la asistencia a las salas en
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela rebasará
los 368 millones en 2006 (Canacine estima 388 millones), comparados con
los 324 millones de 2005.

La investigación también indica que Brasil, Perú y Colombia son los
mercados de mayor crecimiento en la región en los próximos años, y
alerta sobre la situación de México, pues considera que es el único
nubarrón que cruza por el horizonte.

El reporte dice que mientras la asistencia en México por persona a las
salas de cine es la más alta en Latinoamérica, con un promedio de 1.5
visitas al año, el mercado parece haber alcanzado su tope y hay
incertidumbre acerca de que pueda aceptar más pantallas nuevas.

Por eso, las grandes cadenas exhibidoras establecidas en el País,
consigna Hollywood Reporter en una segunda nota, planean invertir fuera
de México. Cinépolis lo haría en Centroamérica y tal vez en Brasil.
Cinemark ya tiene una fuerte presencia en ese país que podría
robustecer. Aún así, algunas fuentes aseguran que Blockbuster podría
abrir sus primeras salas en México en verano de 2007.

Estos datos coinciden con lo que establece la Canacine (Cámara Nacional
de la Industria Cinematográfica y del Videograma) en su informe anual,
sobre la desaceleración de asistencia a los cines, pues mientras en el
País se alcanzó la cifra de 164 millones de espectadores, para marcar
un crecimiento de 1.6 por ciento, en Brasil éste fue de 7.5 por ciento,
y en Argentina de 6.4 por ciento.

El número de pantallas que actualmente posee México, 3 mil 762, lo
ponen arriba en la región, pero es previsible que las 2 mil 100 que
tiene Brasil puedan aumentar y nivelar a las mexicanas, si conserva el
crecimiento pronosticado.

Este entorno podría afectar directamente a la exhibición de cine
mexicano y, por ende, a la producción. El último año pasaron por
cartelera 28 cintas mexicanas por 277 extranjeras. El saldo del sexenio
de Vicente Fox es contundente: 134 estrenos del País por 1,557
foráneos, es decir, el 8.6 por ciento.

Esta circunstancia pondría en predicamento a la producción de cine
mexicano, con todo y los estímulos fiscales que supone la puesta en
marcha del artículo 226 de la Ley del ISR, pues si no hay condiciones
de recuperación, se ahuyentará a los inversionistas.

En 2006 fueron producidas, según datos de Imcine (Instituto Mexicano de
Cinematografía), 64 películas nacionales y, en todo el sexenio, 213. De
modo que han quedado enlatadas 77 cintas, más de lo que se produjo el
último año. Si el cine mexicano pretende mantener el promedio de
producción de 2006, requiere crecer al ritmo anual de un 24 por ciento
en la distribución y exhibición en los próximos seis años, pues de no
hacerlo, en 2012 podría haber más de 200 películas mexicanas sin
estrenar.

En contraparte, Canacine ha dicho que el dilema del cine mexicano no
reside en el peso en taquilla para apoyar la producción, sino en
mejorar la calidad para atraer más espectadores, aunque resulta
paradójico que las dos cintas nacionales más premiadas en 2006 tuvieron
en el País una exhibición modesta o nula, como fue En el Hoyo, que se
estrenó con 20 copias, y El Violín, aún sin distribución. Y sólo una
cinta mexicana, Una película de Huevos (que recaudó 142 millones de
pesos), se encuentra entre las 10 más taquilleras de 2006 en México,
que encabeza La Era del Hielo 2 (con 322 millones de pesos). Sólo esas
10 cintas se repartieron una bolsa de mil 686 millones.

Un cine sin dinero

De las cintas nacionales taquilleras, salvo Una Película de Huevos,
ninguna superó los 50 millones de pesos, y sólo cuatro más estuvieron
por arriba de los 20 millones, el promedio del costo de una producción
nacional: Efectos Secundarios, Un Mundo Maravilloso, Sexo, Amor y Otras
Perversiones y Así del Precipicio. El “top ten” mexicano, cuya bolsa
fue de 278 millones, la cierra Pajarracos, con poco más de 2 millones
de pesos. Los 18 filmes restantes sumaron juntos sólo 9 millones más.

El total de la taquilla en México en 2006 fue de 6 mil 152 millones de
pesos. El cine mexicano obtuvo este año el 4.5 por ciento de la
recaudación.

El reporte fue elaborado por la compañía inglesa especializada en la
exhibición Dodona Research, y señala que la asistencia a las salas en
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela rebasará
los 368 millones en 2006 (Canacine estima 388 millones), comparados con
los 324 millones de 2005.

La investigación también indica que Brasil, Perú y Colombia son los
mercados de mayor crecimiento en la región en los próximos años, y
alerta sobre la situación de México, pues considera que es el único
nubarrón que cruza por el horizonte.

El reporte dice que mientras la asistencia en México por persona a las
salas de cine es la más alta en Latinoamérica, con un promedio de 1.5
visitas al año, el mercado parece haber alcanzado su tope y hay
incertidumbre acerca de que pueda aceptar más pantallas nuevas.

Por eso, las grandes cadenas exhibidoras establecidas en el País,
consigna Hollywood Reporter en una segunda nota, planean invertir fuera
de México. Cinépolis lo haría en Centroamérica y tal vez en Brasil.
Cinemark ya tiene una fuerte presencia en ese país que podría
robustecer. Aún así, algunas fuentes aseguran que Blockbuster podría
abrir sus primeras salas en México en verano de 2007.

Estos datos coinciden con lo que establece la Canacine (Cámara Nacional
de la Industria Cinematográfica y del Videograma) en su informe anual,
sobre la desaceleración de asistencia a los cines, pues mientras en el
País se alcanzó la cifra de 164 millones de espectadores, para marcar
un crecimiento de 1.6 por ciento, en Brasil éste fue de 7.5 por ciento,
y en Argentina de 6.4 por ciento.

El número de pantallas que actualmente posee México, 3 mil 762, lo
ponen arriba en la región, pero es previsible que las 2 mil 100 que
tiene Brasil puedan aumentar y nivelar a las mexicanas, si conserva el
crecimiento pronosticado.

Este entorno podría afectar directamente a la exhibición de cine
mexicano y, por ende, a la producción. El último año pasaron por
cartelera 28 cintas mexicanas por 277 extranjeras. El saldo del sexenio
de Vicente Fox es contundente: 134 estrenos del País por 1,557
foráneos, es decir, el 8.6 por ciento.

Esta circunstancia pondría en predicamento a la producción de cine
mexicano, con todo y los estímulos fiscales que supone la puesta en
marcha del artículo 226 de la Ley del ISR, pues si no hay condiciones
de recuperación, se ahuyentará a los inversionistas.

En 2006 fueron producidas, según datos de Imcine (Instituto Mexicano de
Cinematografía), 64 películas nacionales y, en todo el sexenio, 213. De
modo que han quedado enlatadas 77 cintas, más de lo que se produjo el
último año. Si el cine mexicano pretende mantener el promedio de
producción de 2006, requiere crecer al ritmo anual de un 24 por ciento
en la distribución y exhibición en los próximos seis años, pues de no
hacerlo, en 2012 podría haber más de 200 películas mexicanas sin
estrenar.

En contraparte, Canacine ha dicho que el dilema del cine mexicano no
reside en el peso en taquilla para apoyar la producción, sino en
mejorar la calidad para atraer más espectadores, aunque resulta
paradójico que las dos cintas nacionales más premiadas en 2006 tuvieron
en el País una exhibición modesta o nula, como fue En el Hoyo, que se
estrenó con 20 copias, y El Violín, aún sin distribución. Y sólo una
cinta mexicana, Una película de Huevos (que recaudó 142 millones de
pesos), se encuentra entre las 10 más taquilleras de 2006 en México,
que encabeza La Era del Hielo 2 (con 322 millones de pesos). Sólo esas
10 cintas se repartieron una bolsa de mil 686 millones.

Un cine sin dinero

De las cintas nacionales taquilleras, salvo Una Película de Huevos,
ninguna superó los 50 millones de pesos, y sólo cuatro más estuvieron
por arriba de los 20 millones, el promedio del costo de una producción
nacional: Efectos Secundarios, Un Mundo Maravilloso, Sexo, Amor y Otras
Perversiones y Así del Precipicio. El “top ten” mexicano, cuya bolsa
fue de 278 millones, la cierra Pajarracos, con poco más de 2 millones
de pesos. Los 18 filmes restantes sumaron juntos sólo 9 millones más.

El total de la taquilla en México en 2006 fue de 6 mil 152 millones de
pesos. El cine mexicano obtuvo este año el 4.5 por ciento de la
recaudación.