Por Juan Manuel Badillo

El museo del cine en la nueva Cineteca Nacional de México será inaugurado en noviembre próximo con el audio de la primera película del pionero del cine en México,  el cineasta de origen ruso Arcady Boytler (Moscú, 1895–México, 1965), perteneciente a la Vanguardia Rusa y condiscípulo del célebre cineasta Sergéi Eisenstein.

Se trata de audio grabado en discos de vinil del cortometraje titulado “Un espectador impertinente” (en algunos casos citado como “El espectador impertinente), filmado en 1932 en Ciudad de México, del cual se tenía registro de su existencia a través de programas de mano, pero ningún rastro de la película, hasta ahora que se pueden escuchar los diálogos y la música.

Boytler es pionero del cine hablado en México y director de la película clásica “La mujer del puerto”. Además de haber pertenecido a la Vanguardia Rusa, fue un personaje que tenía relación con la élite cultura mexicana de los años 40, 50 y 60, entre ellos, la pareja de pintores Frida Kahlo y Diego Rivera.

El investigador de cine Eduardo de la Vega Alfaro dijo en rueda de prensa que este hallazgo equivale, en términos de la ciencia antropológica, “a descubrir una nueva zona arqueológica”.

El historiador de la Universidad de Guadalajara agregó que esperan encontrar la película entera o algunas imágenes por lo menos. Con todo, indicó, encontrar la banda sonora de la cinta ya es un hecho afortunado porque “de lo perdido, lo hallado”.

Una novedad de este descubrimiento es que se trata de la primera película filmada en América Latina por parte de la llamada vanguardia de cineastas rusos, que mezclaban el cine y el teatro en sus historias, además de ejercer la crítica política a través de la parodia.

“Un espectador impertinente” se encontraba en las bóvedas de la Cineteca Nacional, luego de haber permanecido más de 30 años en ese sitio y sin clasificar.

La directora de Cineteca Nacional, Paula Astorga, reconoció desconocer, a ciencia cierta, que existe en las bóvedas de la institución, porque la catalogación de materiales resguardados desde 1984, fecha en la que se abre sus puertas nuevamente la Cineteca  luego de haberse incendiado, apenas se llevan a cabo.

“No se han revisado esos materiales no por falta de voluntad, sino porque se empezaron a guardar con un sentido de protección, no de clasificación”, indicó la funcionaria.

La Cineteca Nacional inició desde principios del año un proceso de remodelación incluye la apertura de 10 salas, cuatro de ellas nuevas, una de las cuales llevará el nombre del cineasta Emilio “El Indio” Fernández, el Museo del Cine, una sala de proyecciones al aire libre y un laboratorio de restauración digital, el primero de su tipo en América Latina, dijo Astorga.  

El Museo del Cine, que dirige Itala Schmelz, tendrá cuatro niveles, de los cuales uno de ellos estará dedicada a la exhibición de la obra de Arcady Boytler, su obra, su vida, y donde se podrá escuchar el audio del cortometraje “Un espectador impertinente”.

Casi veinte años después del fallecimiento de Boytler, Victoria Ellis, amiga de la familia, donó a la Cineteca Nacional una parte del archivo del cineasta conformado por fotografías, poemas, argumentos cinematográficos (entre ellos la versión en inglés de Celos), recortes de prensa, diplomas, caricaturas, carteles y una colección de discos de 78 revoluciones, además de otros objetos.

Al respecto de los discos, Eduardo de la Vega, relata: “Tales objetos contienen los diálogos y la música (es decir, la “banda sonora” completa) de Un espectador impertinente, cinta de la que se sabía fue un experimento vanguardista de fusión entre el teatro y el cine (las dos pasiones artísticas del “Gallo ruso”), en la que uno de los personajes entraba y salía de la pantalla de una manera un tanto caprichosa para conformar todo un sketch cómico musical (…)”

El proceso de restauración de los discos y de transferencia de formatos estuvo a cargo de un equipo de especialistas altamente calificado que fue extremadamente cuidadoso, debido a que se trata de materiales en vinil muy antiguos y, por lo tanto, muy delicados. Para ello se utilizó un reproductor con punta de diamante que permitió que las voces de Boytler y la actriz protagónica, Anita Ruanova escondidas durante tantos años, volvieran a escucharse al ritmo de los acordes del piano interpretado por esta última con melodías que aludían al ya desaparecido Hotel Regis. El filme presentaba al propio Boytler en compañía de Anita en una especie de obra de teatro que buscaba interactuar con los espectadores que podían en dado caso “subir a la pantalla”, en un intento de hacer prácticamente inexistentes las fronteras entre cine y teatro.

“Por notas periodísticas aparecidas en torno a la fecha del estreno, se sabe que Un espectador impertinente fue filmada en tan sólo tres horas y que además de Boytler, Sevilla y Ruanova, el resto del equipo de rodaje estuvo integrado por Alex Phillips (fotografía), Max Urban (música), Carlos L. Cabello (asistente de dirección), Fernando A. Rivero (auxiliar de escenografía) y los hermanos Roberto y Joselito Rodríguez (sonido). El corto duraba 10 minutos e incluía un fragmento de la canción “Capullito de alelí”, del compositor puertorriqueño Rafael Jibarito Hernández (…)”, apunta De la Vega.