* Lo nuevo de Subiela en Pantalla Pinamar

Por Juan Pablo Russo
CorreCamara-Escribiendo Cine

Pinamar, Argentina. Eliseo Subiela y Daniel Fanego presentaron Rehén de ilusiones.

“Está más cerca de Últimas imágenes del naufragio y Hombre mirando al sudeste” puntualiza el realizador argentino Eliseo Subiela al comenzar la conferencia de prensa posterior a la proyección de de Rehén de ilusiones, film que tiene como protagonistas a Daniel Fanego y Romina Richi.

¿Cuál es el motor que generó la idea de esta película?

Sospecho que tiene que ver con un tema de mi edad  y con la del personaje, y con la idea del último tren, del último gran amor que empezó a preocuparme cuando pasé los 40 o los 50, supongo que fue eso que en un momento dice el personaje de Fanego: “Tengo miedo a dejar de amar” que es lo mismo que me pasa a mí.

El film está encuadrado dentro de la estética y narrativa que desde siempre caracterizaron al realizador, articulando un universo onírico con otro real. Las fantasías amorosas de un escritor se entrelazan con un tema tan complejo y que tantas heridas abiertas dejó como lo es la última dictadura militar argentina.

Daniel Fanego, interpreta a un poeta y profesor universitario  que se enamora de una ex alumna mucho menor que él comentó sobre la construcción de su personaje. “Siempre es complejo. Había un alumno que le decía a su profesor de teatro que no le salía el personaje y el maestro le dice “Por qué te tiene que salir”. La tarea del actor no es soplar y hacer botellas. Es meterse en un personaje, en el ritmo de una filmación. Para mí el trabajo del actor en una película consiste en ser lo más real posible y acercar la verdad al espectador”.

Con respecto al tipo de cine emotivo que Subiela profesa y que simboliza su cinematografía el realizador de El lado oscuro del corazón nos dice: “Está volviendo eso de emocionar al espectador en el cine argentino. Había una tendencia en la que había contar una historia pero no se podía emocionar. Yo permanecí en mi camino que es un camino elegido. No tengo obra sólo intentos, una búsqueda que terminará en el principio para conocerlo por primera vez. En los últimos años me siento mucho mejor de cuando vino ese furor por la “no historia” y la “no emoción”. Pero se está volviendo a las emociones y a la reivindicación del amor”.