Por Jean-Pierre Garcia
En exclusiva desde Cannes

Mucho se esperaba del maestro japonés Kore-Eda Hirokazu, autor de películas documentales o de ficción. Siete de sus obras ya fueron seleccionadas en Cannes y conquistó la Palma de Oro en 2018 con “Un asunto de familia”.

En “Monster”, no escribió el guion, solo dirigió la puesta en escena. Y esto se siente desde el inicio de la película. Los dos personajes principales son dos niños de unos diez a doce años, uno vive con su madre (una joven viuda que suele tratar de educarlo), el otro tiene una estrecha relación con su padre. Y ahí es donde surgen los problemas, ya que el padre dice de su hijo que tiene un cerebro de puerco. La amistad de los dos niños se construye en torno a esta especie de maldición. Todo se vuelve complicado: quiénes son y por qué los alumnos de su colegio maltratan a este “cabeza de puerco”. ¿Quién es el joven que prendió fuego a una habitación en el centro de la ciudad?

Todo se vuelve confuso rápidamente y nos damos cuenta de que Kore-Eda sigue su guion muy de cerca, lo que nos lleva por diferentes caminos. Estos artificios están muy ligados a la escritura pretenciosa del guion. Solo al final obtendremos algo parecido a una respuesta.

El talento de Kore-Eda, que le permitía adentrarse en lo más íntimo y profundo de la vida de los jóvenes, en sus familias y diversos universos, se convierte aquí en una búsqueda muy confusa.

A pesar de esto, hay momentos muy intensos en términos sociales y una crítica muy pertinente de la sociedad japonesa y sus mecanismos de educación. Los maestros temen ser juzgados por los directivos de las escuelas, por la prensa sensacionalista, por los poderosos. Cuando una madre acusa a un profesor de maltratar a su hijo, ¡el culpable es el maestro! Nunca se puede pensar que el niño está mintiendo.

Este tipo de equívoco nos lleva por caminos extraños y muy alejados del mundo tan especial de los jóvenes en la edad de la pubertad.

El momento más lindo ocurre cuando una maestra muestra al alumno que siempre busca la presencia de su padre ausente y fallecido, la importancia de la música para escapar de sus pesadillas. ¡Esa es la obra del gran Kore-Eda! Qué lástima que el maestro se haya perdido en el camino.

Por Jean-Pierre Garcia

Jean-Pierre García es crítico e historiador de cine, fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine de Amiens, Francia, de 1980 a 2011, que muestra cine del mundo entero y ha desarrollado un papel muy importante en lo que se refiere al apoyo a jóvenes directores de África, Asia y América Latina. Organizó varias retrospectivas y homenajes al cine mexicano y participó en el libro Luz, cámara, acción: cinefotógrafos mexicanos. En 1996, creó el Fondo de Apoyo a Desarrollo de Guiones del Festival de Amiens. Ha sido integrante y presidente de varios jurados internacionales en Europa, África, Asia y América Latina. Es experto en políticas de financiamiento y apoyos a cines del hemisferio sur.