Cinecrítica: La vida de Pi: Una aventura extraordinaria

Por Hugo Lara Chávez

La más reciente película de Ang Lee, “Una aventura extraordinara” (The Life of Pi, 2012) es una deslumbrante  fábula para deleitarse con su portentosa maquinaria visual, a partir de la fantástica aventura de un naufrago. Con esto, el director de “El Tigre y dragón” (2000) y “Brokeback Mountain” (2005) logra construir una ingeniosa y emotiva narración sobre la esperanza y sobre la religiosidad, sobre la condición humana en medio de la adversidad.

SPOILERS: “Una aventura extraordinara” narra la vida Pi, un catedrático universitario de origen hindú establecido en Canadá. Mediante una serie de flashbacks, Pi relata su infancia y adolescencia en la India, en el seno de una familia propietaria de un zoológico. El padre de Pi decide trasladarse con su mujer y dos hijos a Canadá, donde ha vendido los animales. Para ello, se transportan en un barco carguero que, a los pocos días de zarpar, naufraga en medio de una tormenta. Pi es el único humano que logra salvarse en una balsa, aunque con él también escapan indeseables acompañantes: una zebra, un gorila, una hiena y un tigre de Bengala. El joven Pi tendrá que enfrentar insospechados desafíos para lograr sobrevivir.

La película se puede dividir en dos partes: la primera está centrada en la vida del protagonista anterior al naufragio y, la segunda, en su largo recorrido en medio del océano, que es al mismo tiempo un viaje interior que lo transforma en una nueva persona. A lo largo del filme, se juega constantemente con figuras y símbolos, lo que tendrán un papel decisivo en el desenlace

Basada en la novela de Yann Martel, adaptada por David Magee (screenplay), la trama tiene el espíritu  del realismo mágico, con buenas dosis de humor, en el que se desarrolla una historia con un fuerte subtexto sobre la fe. De hecho, ocupan un lugar determinante los dilemas religiosos del protagonista (interpretado en cuatro etapas de su vida por diferentes actores: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Ayush Tandon y Gautam Belur), convencido en la posibilidad de practicar de forma simultánea varias creencias: el hinduísmo, el catolicismo, el Islam y el Budismo.

Es destacable la buena adaptación y puesta en escena, pues este tipo de obras —tan llenas de metáforas, simbolismos, alegorías y otros recursos literarios— suelen ser difíciles de transportar al cine, como lo prueban varios de las novelas de Gabriel García Márquez que han decepcionado en sus adaptaciones fílmicas.

Visualmente, “Una aventura extraordinaria” está emparentada en su forma con filmes como “Amelie” (Jean-Pierre Jeunet, 2001). En la película se echa mano de los recursos digitales, por lo general en función de las necesidades del relato y no como un derroche innecesario. Apoyados por el mismo equipo de efectos visuales de “Avatar”, es una película que se disfruta plenamente en 3D y que tiene varias secuencias antológicas.

Hay que mencionar igualmente el estupendo diseño de producción de David Gropman, además de las actuaciones de los hindúes, Adil Hussain y Tabu, como el padre y la madre de Pi, respectivamente, así como el breve papel pero fundamental que interpeta Gérard Depardieu.

A pesar de que la película pudiera implicar molestos alegatos edificantes o aleccionadores, Ang Lee logra graduar con tino la cuota de cursilería para entregarnos un filme optimista pero inteligente y sensible, donde la imaginación es un antídoto contra la crueldad y la desesperanza.

Título original: Life of Pi. Dirección: Ang Lee. País: USA. Año: 2012. Duración: 127 min. Género: Drama. Interpretación: Suraj Sharma (Pi Patel), Irrfan Khan (Pi adulto), Tabu (Gita Patel), Rafe Spall (escritor), Adil Hussain (padre de Pi), Gérard Depardieu (Cook). Guion: David Magee; basado en la novela homónima de Yann Martel. Producción: David Womark, Gil Netter y Ang Lee. Música: Mychael Danna. Fotografía: Claudio Miranda. Montaje: Tim Squyres. Diseño de producción: David Gropman.

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.