Conmueve en Cannes el filme argentino “Infancia clandestina”

Noticine.com-CorreCamara.com

En la Quincena de los Realizadores, un oasis para el cine hispano este año en Cannes, presentaron este domingo la estrella uruguaya Natalia Oreiro y el cineasta Benjamín Avila “Infancia clandestina”, una nueva revisión de la dictadura militar argentina, su represión sobre los oponentes (montoneros en este caso) y los secuestros y “repartos” de niños nacidos en cautividad. Avila no eligió el tema por casualidad… el fue uno de esos hijos “clandestinos” a los que alude el título, aunque subraya que esta coproducción argentina con España y Brasil no es exclusivamente autobiográfica.

“Para mí, hijo de desaparecidos, era casi un deber tocar este tema en mi primera película para el cine. Desde el año 2000 que estoy tratando de montar este proyecto que recibió su mayor impulso de parte de Cine en Construcción en San Sebastián, que fue lo que apoyó verdaderamente en esta aventura”, explica Benjamín Avila a ANSA. 

Es una nueva revisión de la dictadura militar argentina, los secuestros y “repartos” de niños nacidos en cautividad

En efecto, los padres de Avila fueron víctimas del régimen militar fascista argentino. Su padre, dirigente montonero, murió en enfrentamiento armado, y su madre fue “desaparecida”, secuestrada con un niño que durante muchos años fue buscado por Abuelas del Plaza de Mayo hasta ser localizado.

“El problema mayor fue el de conseguir un productor para la película porque todos me decían: ‘basta con el tema de los desaparecidos’. Sólo Luis Puenzo (uno de los primeros en tocar el tema en la oscarizada “La historia oficial”) me dio aliento viendo la originalidad del proyecto y de mi enfoque”, recuerda el joven cineasta, que además de Oreiro contó con el argentino-español Ernesto Alterio y el uruguayo César Troncoso.

“De la historia -dice Natalia Oreiro- me sedujo la mirada que Benjamín tiene, desde el niño. Generalmente se cuentan películas sobre los 70 desde donde se sabe lo que ocurrió. En este caso tenemos que despojarnos de todo eso para interpretar el momento exacto, porque ellos estaban convencidos de que les iba a salir bien. Y evidentemente no funcionó. Creo que además el hecho de que esté vista desde los ojos de un niño hace a la película más interesante. El niño se enamora en un mundo clandestino. Tiene un nombre, pero en su escuela tiene otro. Y para su familia es normal vivir en la clandestinidad. La película aborda ese pasado desde un costado mucho más humano, en un mundo en donde uno puede enamorarse, desear, festejar un cumpleaños aunque no sea en la fecha exacta. Se trata de sacar de todo lo oscuro que sucedía algo luminoso. Y eso me atravesó”.