Genealogía de película en 16 mm: Negativo de sonido, negativo de imagen, interpositivo y positivo con audio asociado en la cinta.

 

Por Alfonso Espinosa Rosas [1].

La restauración de cine o de materiales audiovisuales se podría definir como el conjunto de procesos técnicos que tienen como objetivo la visualización o apreciación de la obra tal como fue concebida originalmente en su tiempo y espacio, o al menos acercarse en la medida de lo posible a esa referencia. Algunos expertos, consideran que parte de los procesos de restauración fílmica incluyen la creación de negativos y duplicados posterior a las intervenciones de dichos materiales audiovisuales tanto análogos como digitales.

Esta última es una de tantas definiciones encontrada en el universo de las teorías de restauración para obras artísticas. Es un tanto lógico que, a diferencia de otras artes como lo son la pintura, escultura y en ocasiones la fotografía (por dar algunos ejemplos), la restauración fílmica nunca busca la restauración de la pieza original, siempre crea una nueva pieza de arte que pretende emular el original, ya sea cine analógico con procesos fotoquímicos o mediante la migración a formatos digitales y su restauración digital. Ahora bien, es muy complicado determinar cuál es la pieza original de una película, si es que esta existe o existió. Pudiera ser, ¿el negativo de cámara? ¿el master, editado con luces corregidas? ¿la copia que se proyectó en el estreno? ¿alguna copia de resguardo que jamás se proyectó para su preservación? Existe, entonces, una gama muy diversa de opciones, de las cuales ninguna es la correcta, mucho menos la errónea.

Para describir más a detalle la posibilidad de generaciones fílmicas, el negativo de cámara, considerado como la primera generación, pasa por una edición para obtener un interpositivo [2], al cual se le agrega audio asociado a la cinta para la impresión de un internegativo [3], que sirve para finalizar las copias positivas de proyección para salas y finalmente desatar una vorágine de copias en soportes de video digitales, esto para fines del siglo XX e inicios del XXI. Ello conforma un universo de copias para un solo largometraje, para una sola obra de arte.

Este universo de copias para una sola película, en principio podría sonar bien, en términos de su preservación y difusión. El fenómeno de estudio (no lo llamaremos problema por fines optimistas y pedagógicos) comienza cuando nuestro universo va más allá y comienza a crear multiversos para una misma creación o producción audiovisual.

El multiverso es un término que los científicos utilizan para describir la idea de que, más allá del universo observable, pueden existir otros universos que pudieran o no estar conectados entre ellos y pudieran estar creándose y desapareciendo constantemente sin que lo notemos necesariamente.

En términos de cine o pensando en una producción cinematográfica, podríamos entender el multiverso de una misma cinta como todas las copias que pareciera que son la misma versión, pero no lo son, en algunos casos evidente, en otros casi imperceptible. Lo que hace que un universo de copias salte al multiverso es que en realidad estamos observando otra intención en la obra de arte. ¿Se parecen? Por supuesto que sí, pero las sensaciones, sentimientos y apreciación artística que experimentará el espectador pudieran ser totalmente distintas. La experiencia de observar la misma película en color o blanco y negro es totalmente diferente.

Empezaremos con los multiversos controlados y creados a propósito por diversas razones. Algunos ejemplos podrían ser la falta o sobra de recursos, el caso de las versiones censuradas, producciones cortadas por temas presupuestales o por exceso de duración, estrenos apresurados ya pactados por la industria. Por otro lado, tenemos las versiones extendidas o cortes del director, terribles remasterizaciones, incluyendo nuevas escenas con tecnología inexistente en la época de la producción original. Es necesario mencionar el aberrante multiverso creado para formatos en televisión, con reencuadres digitales que mutilaban no solo el área de la imagen, también la deformaban y nos presentaban conversaciones entre dos personajes, encuadrando por separado al que tuviera la palabra. Todos estos y más casos son deliberados y registrados, por lo que se puede llevar cierto control del multiverso de una cinta.

Lo interesante de este fenómeno son los multiversos creados sin control alguno, claro que se generan por la mano humana, pero nunca fue la intención que existieran, mucho menos se guardó registro de estas versiones. El gran y primer creador de esta clase de multiversos son las salas de cine. Una película lucirá diferente dependiendo del tipo de proyector, su resolución y el estado de la lámpara en la proyección, la pantalla y su calibración de colores, el sistema de audio y todos los factores técnicos que rodean la arquitectura de una sala de cine.

Otro de los ejemplos más tangibles y medibles en el origen de los multiversos, es la diferencia de pietaje en diversas copias de una misma película, normalmente por su mutilación accidental o no. Al momento de ser exhibidas en una sala de cine, era muy normal en la época del cine análogo que algunas escenas duraran menos, o que el sonido estuviera cortado, todo dependiendo de la fecha y el cine que se eligió para disfrutar la experiencia del cinematógrafo. Este caso pudiera ser la creación de un multiverso casi imperceptible, es muy complicado notar la pérdida de un par o hasta varios fotogramas. Sin embargo, hubo casos en los que en dos salas de cine diferentes se proyectaba la misma copia y al terminar la proyección de un rollo o la película completa (normalmente compuesta por unos 5 o 6 rollos de dos mil pies), era llevada a otra sala para su exhibición; en algunas ocasiones la película llegaba incompleta y se proyectaba sin rollos enteros faltantes (hasta 20 minutos), lo que resultaba en escenas totalmente mutiladas, quitándole sentido a la narrativa, o  desde otro punto de vista,  creando una nueva.Esto también ocurrió cuando algún proyeccionista, fuera por alguna emergencia, simple desidia o apatía laboral, optaba por saltarse rollos deliberadamente, provocando la mutilación de la película o abonando al multiverso de una producción cinematográfica. Esto, según versiones de extrabajadores de la industria de distribución cinematográfica en el país durante la época del cine análogo.

Dos personas viendo la misma copia en salas de cine diferente pudieron observar dos versiones muy distintas, una de la otra, pensando que apreciaron y conocieron la obra de arte original como su creador la concibió, dando pie al multiverso de una sola obra de arte.

Para terminar de aterrizar el término que intentamos introducir para la enorme cantidad de versiones que puede generar una sola obra cinematográfica, abordaremos el proyecto de restauración realizado por el Laboratorio de Restauración Digital de la Cineteca Nacional: el largometraje “Los caifanes”, dirigido por Juan Ibáñez en 1966.

La revisión, reparación física y digitalización del negativo de cámara se realizó en 2017; sin embargo, su restauración digital se hizo hasta 2022. El negativo, fuente para la digitalización y posterior restauración digital, fue un material en 35 mm. en soporte de acetato de celulosa, negativo color, que, excepto por algunas roturas en imagen y orillas, un par de dobleces y rayas de manejo, se encontraba en condiciones muy estables (normal para una película de la época). La peculiaridad de este negativo es que los créditos de inicio estaban en positivo, por lo que las copias de proyección presentaban los créditos en negativo, o al menos eso se esperaría. Como en todos los proyectos, la investigación y revisión de diversas fuentes es el pilar de toda restauración fílmica y como en toda investigación, el conocimiento genera más dudas que respuestas.

“Los Caifanes” (Juan Ibáñez, 1966). Título en pantalla: material negativo con imagen en positivo, copia de proyección 16 mm. positivo con imagen en negativo, copia de proyección 35 mm. positivo con diferente mascarilla y estética.

 

La confusión con dicho proyecto fue encontrar copias de proyección tanto con los créditos en negativo como en positivo, ya que seguramente los laboratorios fotoquímicos confundidos por ver imagen positiva en material negativo tomaron sus propias decisiones creativas. Las entrevistas con expertos en el tema y directores de la época solo confundieron más al equipo de investigación sobre qué decisión tomar o que multiverso crear. Incluso se mencionó que, en provincia, “Los caifanes” se proyectó en diversos cines comunitarios en blanco y negro. ¿Cómo consiguieron esa copia? ¿Qué laboratorio imprimió dicha copia? ¿Fue tema presupuestal o decisión artística? ¿Piratería en 35 mm.? Son preguntas que evidencian la existencia de un multiverso en las obras cinematográficas. Al final se optó por dejar los créditos con una estética de colores en negativo, como se encontraron en la fuente más cercana a su creador, dando pie a una versión más en este universo de universos cinematográficos.

“Los caifanes” (Juan Ibáñez, 1966). Créditos de inicio: material negativo con imagen en positivo, material positivo con imagen en positivo y material positivo con imagen en negativo.

 

Siempre que nos encontremos haciendo una crítica, reflexión, o se discuta u opine entre colegas o amigos sobre alguna película y se tomen posturas contrarias sobre el gusto o calidad de una producción artística audiovisual, hay que recordar que pudiéramos estar hablando de más de un universo observable a 24 cuadros por segundo.

Notas.

[1]. Encargado de Revisión, Restauración Físico-Química y Control para la Digitalización de Materiales Fílmicos del Laboratorio de Restauración Digital de la Cineteca Nacional. 

[2].  Es un filme positivo hecho a partir de un negativo original. Es un paso intermedio en el proceso de impresión de películas que implica hacer una copia de alta calidad del negativo original para su posterior duplicación y distribución. El film interpositivo sirve como referencia para crear múltiples copias de una película y se utiliza para hacer internegativos y copias de distribución.

[3]. Es una película negativa intermedia hecha a partir de un interpositivo / positivo. Es un paso en el proceso de impresión de películas que implica la creación de una copia negativa del interpositivo para su uso en la creación de múltiples copias positivas de la película. El internegativo se utiliza como una fuente para crear múltiples copias positivas de la película y puede ser utilizado para hacer copias de distribución y proyección.


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