Por Déborah Farjí Núnez
  

Un renovado planteamiento para el inicio de una moderna serie fílmica llega a las pantallas con “El planeta de los simios (R)evolució”n. Dirigida por el británico Rupert Wyatt (“El escapista”) la cinta presenta a Will Rodman, un científico en busca de una cura para el Alzheimer, enfermedad que afecta a su padre.
  

El siempre ético joven ha estado desarrollando un retrovirus haciendo pruebas en chimpancés, mismos que han registrado un alto nivel de inteligencia. Al cancelarle su investigación, Will debe llevar a su hogar a un simio recién nacido, Caesar, que ha heredado la inteligencia de su madre. Ocho años después, éste es alejado del experto y puesto a disposición de las autoridades, estímulo que pondrá a prueba la habilidad cerebral del primate.
  

Convenientemente escrita por Amanda Silver (“La mano que mece la cuna”) y Rick Jaffa (“Ojo por ojo”), y mejor dirigida por el novato realizador, la película mantiene al espectador pegado a la butaca de principio a fin. Más allá de su intención comercial e irrealidad fáctica, la película muestra las dos caras de la ciencia, teniendo en Will (James Franco, “127 horas”) al investigador responsable en contra de la avaricia y el protagonismo de las farmacéuticas. Destaca por su alto nivel de expresividad el conmovedor Caesar (Andy Serkis, “El Señor de los Anillos”); un personaje ejecutado de manera pertinente en la que uno no distingue dónde termina el hombre y comienza la ilusión óptica, donde acaba el animal e inicia la razón, misma que pone en entredicho la supremacía de la especie humana sobre aquella que solamente ataca para defenderse.
  

Freida Pinto (“Quisiera ser millonario,” 2008), John Lithgow (“Dexter”) y Tom Helton (“Harry Potter”) acompañan a los protagonistas en esta aventura con impresionantes efectos especiales, herramienta que da a los simios gesticulaciones humanas fundamentalmente creíbles.
  

Si bien es cierto que las diferencias en las formas de comunicación de los simios (chimpancés, gorilas, orangutanes) distan de la unidad que tan fácilmente se proyecta en pantalla, la última versión de “El planeta de los simios” es una emocionante oportunidad para relajar la mente y dejarse encandilar por una versión tan técnica como fresca de la conocida saga.