Cine Mexicano SA
Por Juan Manuel Badillo
Cinemagic no es una cadena de cines de bajo costo ni para pobres, son salas para comunidades pequeñas, dirigidas a “mercados no atendidos”, dijo a CorreCamara.com Roberto Quintero, dueño de esta empresa, junto con Carlos Irigoyen.
Desde hace seis años estos dos empresarios se han dedicado a abrir salas de cine en ciudades de menos de 100,000 habitantes pero se han enfrentado a un problema: abren un complejo pero la gente no asiste por una simple razón: no tiene la cultura de ir al cine. “No es sólo llegar, abrir el cine y llenarlo, tenemos que generar cultura del cine como proceso transformador y eso es tardado”, agregó el empresario.
Si nos atenemos a los números proporcionados por Inegi, el Imcine en el Anuario Estadístico 2010, y la Canacine en su Informe Anual, se podría pensar que el modelo de negocio de cines en pequeñas comunidades sería un éxito apenas abriendo el primer complejo. Nada más falso. Actualmente el 85 por ciento de los mexicanos va al cine una vez al año. Sin embargo, otras encuestas hablan de un 20 por ciento que nunca ha visto una película en una sala de cine.
Estos números nos indican que la oferta de las 4 grandes cadenas de cine: Cinépolis, Cinemex, Cinemark y Cinemas Lumiere, se reduce solamente al 10 o al 15 por ciento de los habitantes de este país y que la mayoría de las 5 mil 35 salas de cine existentes en México están concentradas en las grandes ciudades.
A pesar del mercado gigante y gran potencial, el negocio de las mal llamadas “salas populares” camina lento, expresó Quintero: “nosotros decimos que si hay mercado, que si funciona, pero se requiere mucha paciencia y mucho cariño por el cine”, comentó. Abrir y hacer que funcione un complejo Cinemagic en una ciudad de menos de 100 mil habitantes se lleva en promedio dos años, informo el empresario.
Primero hay que enseñarle a la gente que es mejor ir a un cine que gastar si dinero en películas piratas. Luego crearle una necesidad cultural. Para tratar se salvar el bache en este ámbito, Roberto Quintero y Carlos Irigoyen, junto con su nuevo socio, el publicista y cineasta Simón Bross, instrumentaron un modelo que les ha funcionado bien: Unir cines y programas desarrollo comunitario: “contamos con 13 acciones sociales que nadie tiene como atención a la comunidad, a la niñez, a grupos vulnerables, reconstrucción del tejido social”, informó Quintero.
La empresa de Roberto Quintero y Carlos Irigoyen nació en el año 2000, pero el modelo de cines para comunidades reducidas fue concebido a partir del 2005. Actualmente Cinemagic tiene 7 complejos con 50 pantallas en total: Tres en el Estado de Veracruz, uno en Puebla, y tres más en el Estado de México, Nuevo León y Coahuila, respectivamente.
Actualmente se encuentran en construcción tres más: en Tultitlán y Huehuetoca, en el Estado de México, y otro en Ixmiquilpan, Hidalgo. Cinemagic espera cerrar el 2011 con 100 pantallas más y llegar a la meta de 450 en tres años, con más de 70 complejos, que se desarrollarán con una inversión estimada en 40 millones de dólares.
El reto, aclaró Quintero, es lograr que el mexicano promedio vuelva a las salas de cine y en el camino se enfrenta a la ignorancia, a la televisión y al mercado ilegal.
Los empresarios mexicanos descubrieron que expandir el negocio de la exhibición en comunidades reducidas no era una cuestión de pobreza. El problema es de infraestructura, es decir, no hay cines en esos lugares, pero el bache más grande es el cultural.
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