Greisy Mena: “Sabina Rivas representa a un centroamericano inmigrante universal”
Para su consideración: Cobertura Ariel 2013
Por Ulises Pérez Mancilla
Greisy Mena acudió a una de las funciones de “La vida precoz y breve de Sabina Rivas” con motivo de su reestreno en Cineteca Nacional, una semana antes de la entrega del Ariel, donde estuvo nominada como mejor actriz por dicha película. Esa noche, Greisy convivió con sus fans a quienes había convocado previamente a través de las redes sociales. Al finalizar la proyección, Greisy repartió besos y abrazos al por mayor, a la vez que posaba para innumerables cámaras de celulares, luego de compartir la experiencia de interpretar a Sabina Rivas a un público conmovido hasta las lágrimas.
En una banquita aledaña a la sala 9, me muestra un regalo que le obsequió uno de sus seguidores: se trata de una muñequita de la película “Ralph el demoledor”. Es la replica del personaje de “Vanellope” que le ha obsequiado Raúl Orozco “porque se parece a ella”. Alguien más interrumpe para pedirle otra foto. Ella accede dulce y amable.
La actriz venezolana tiene en su país una amplia trayectoria tanto en teatro, cine y televisión
Para la actriz venezolana que en su país tiene una amplia trayectoria tanto en teatro, cine y televisión (es la protagonista del memorable corto “Los elefantes nunca olvidan” producido por Guillermo Arriaga), “Sabina Rivas” (el sexto largometraje en el que participa) significó un parte aguas en su carrera.
A pesar de que recientemente ganó el premio de mejor actriz en el Festival de Valladolid por “Sabina Rivas”, no se imaginó en lo absoluto que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) la fuera a nominar al Ariel: “que me hayan considerado a mí siendo venezolana, ya el simple hecho de estar nominada, me llena de una honra infinita. Lo valoro mucho y lo agradezco”.
Greisy debe su gusto por la actuación a su familia, que desde pequeña le procuró el contacto con todo tipo de eventos culturales. A pesar de elegir estudiar comunicación social en la universidad Central de Venezuela, nunca dejó de hacer teatro escolar. Pronto, obtuvo una beca en el programa de formación de la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela, alternando ambos estudios.
Cuando leyó el guión de “La vida precoz y breve de Sabina Rivas”, la actriz se asustó y en un principio no lo quería aceptar, pero el director Luis Mandoki (luego de un año de buscar protagonista de su película en distintos países) le fue dando tranquilidad y confianza: “a medida que fui investigando del contexto político y social me fui llenando de bríos para representar dignamente a un centroamericano, porque Sabina Rivas representa un centroamericano inmigrante ilegal universal, hombre mujer, niña, niño, de cualquier edad y de cualquier sexo. Eso me daba mucha valentía de asumir este proyecto con mucha más entereza”.
El personaje de Sabina Rivas le demandó lo que nunca antes le había demando un personaje (… “fue una preparación muy compleja e integral, porque Sabina canta y baila”…). Entre otros detalles, Greisy tuvo que trabajar un acento hondureño que de entrada desconocía al 100 por ciento, leyó el libo “La mara” de Rafael Ramírez Heredia, sobre el que está basado el guión, asistió al consulado de Honduras y platicó con gente hondureña en México, donde cayó en cuenta que “lamentablemente la realidad supera a la ficción. Lo que le pasa a Sabina Rivas no es la mínima parte de lo que se padece hoy por hoy si se es inmigrante en la frontera sur de México”.
Greisy llegó al Distrito Federal, proveniente de Venezuela con motivo de la ceremonia de la 55 entrega del Ariel, pero también ve este viaje como un viaje de reencuentro con amigos, entre ellos, sus compañeros de reparto, como Joaquín Cossío y Angelina Peláez (“… el cine es como la vida misma y algo que yo disfruto mucho es el equipo de trabajo, que termina por volverse tu familia”…)
En un encuentro breve pero memorable, que concluyó en un taxi compartido que nos devolviera a casa tras un lunes arduo, me despido de una Greisy gentil, de personalidad contrastante con la propia Sabina Rivas y que me comparte sus ganas de seguir trabajando en México, con el fin de seguir nutriendo su experiencia como actriz, la misma que hoy la llevó a presentar cara a cara su película con el público, ese ente a veces tan olvidado, y que le respondió el gesto con sinceros aplausos.
