* Inicia rodaje a principios de 2011
Por Ulises Pérez Mancilla
“Es el último día de la preparatoria y Lucía ha decidido no ir a la fiesta de graduación. En vez, ella ha planeado un viaje a través del país en secreto, algo no anda bien con ella, no se ha sentido bien desde hace un tiempo. A sus 19 años se escribe cartas a ella misma, se acuesta con chicos aunque realmente no lo quiera y después se siente muy mal al respecto, estudia a las ballenas grises, Lucía está obsesionada con ellas. En medio de la noche Lucía deja su casa sin decir nada a su madre, éste es un viaje que no ha calculado bien, es largo y cansado y aunque sabe bien su destino nunca lo dice. Después de 1,500 km. en un pueblo llamado San Ignacio, un letrero dice: Avistamiento de Ballenas, sonríe, nada será lo mismo otra vez”.
La anécdota corresponde al proyecto de la ópera prima de Gabriel Mariño, Un mundo secreto, que en septiembre pasado obtuvo el Fondo Visions Sud Est (Fondo de Producción Suizo) para su realización, planeada ya para el primer trimestre de 2011, llevando como fotógrafo a Iván Hernández (Los últimos héroes de la península) y a un elenco compuesto por: Lucía Uribe, Roberto Mares y Olivia Lagunas. Mariño, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, presentó en 2007 su documental Bardo en el desaparecido FICCO, obteniendo el premio Kodak a la mejor película; así como un par de menciones en el Festival Internacional de Cine de Bucarest DaKino y en el Festival de Cine de Puebla ese mismo año.
Luego de un arduo trabajo de más de tres años en los que perseveró con su proyecto por distintos talleres y seminarios alrededor del mundo, entre los que destacan el Seminario de Producción Creativa y Edición de Guión IBERMEDIA-UNIACC 2009 y el mercado de coproducción del Buenos Aires LAB, el realizador (cuyo trabajo como editor se podrá apreciar este fin de semana con el estreno del documental Seguir Siendo: Café Tacvba, y próximamente en la película Abolición de la propiedad) ha reunido prácticamente a un dream team de producción compuesto por amigos que se han impactado mutuamente en otras proezas cinematográficas o en la vida misma: Tatiana Graullera, Jesús Magaña, Ernesto Contreras, Erika Ávila, Emiliano Altuna y Carlos Rossini, además de Alejandro Mejía como productor asociado e Isaac Montecillo como productor ejecutivo.
Correcamara platicó con el feliz cineasta, con estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, acerca de su anhelado debut en la ficción.
CorreCámara: De dónde proviene el tema de tu historia, ¿a razón de que lo eliges?
Gabriel Mariño: Hace varios años una amiga hizo un pequeño documental sobre su propio viaje al norte de México y en el viaje ella visitaba a las ballenas grises, aunque mi amiga no se parece en nada a el personaje de Un Mundo Secreto y su viaje era muy diferente, me pareció una idea interesante: una joven atravesando México por tierra hacia el norte. La película habla del descubrimiento de la fe… esto es algo que me ha costado años en poder desmadejar y surgió no sé muy bien de donde y tampoco sé muy bien porqué apareció, pero cuando pensé en una joven caminando por la carretera en Baja California sabía que tenía que hacer esta película, la vi y la oí en mi cabeza.
CC: ¿Te llegaste a desesperar antes de ver la luz para poder realizar tu ópera prima, si sí o si no, qué aprendiste de ese proceso de espera?
GM: Hubo un momento en este principio de año donde sentí que la posibilidad de hacer la película era lejana, fue la primera vez en un proceso que duró tres años de desarrollo en que sentí la película lejos, afortunadamente Tatiana Graullera, una de las productoras, insistió en hacerla completamente independiente, y la vi cerca otra vez, con mucho esfuerzo la financiaríamos nosotros mismos junto con los apoyos en especie de varios amigos co-productores, sabía que tendríamos muy muy pocos medios, pero había entusiasmo y libertad de hacerla respondiendo sólo a nuestro instinto, y a la par seguimos aplicando a fondos que creíamos apropiados para el proyecto, afortunadamente en septiembre nos avisaron que habíamos ganado el fondo Visions Sud Est y la película se terminó de consolidar. Ahora seguimos trabajando mucho para poder hacer la mejor película que podamos.
El otro día me dijeron: “¡qué bueno que ya vas a filmar, después de tanto tiempo!”, me quedé pensando, no creo que un proceso de tres años haya sido demasiado, creo que fue adecuado para este proyecto en particular, cada película es diferente y sus procesos también, quisiera tardar menos en la próxima pero eso aún no lo puedo decir, creo que en todo este tiempo y a través de mucho trabajo el proyecto halló su lugar y yo lo pude entender, sentir y al fin lo pude ver, disfruté mucho el proceso de desarrollo y también lo sufrí, pero es el proceso de hacer una película, donde, según yo uno sufre y se entusiasma y se agota, y muchas veces recorriendo ese largo y complicado camino uno es feliz.
CC: ¿Cuáles son los principales retos a los que te enfrentarás, dadas las características especiales de tu proyecto?
GM: Creo que al camino, quiero decir el recorrido mismo, desde la ciudad de México hasta San Ignacio en Baja California Sur es el reto más grande.
CC: ¿Qué experimentas tú como público al ver una película y qué de esto te gustaría construir en tu proyecto?
GM: Yo en el cine experimento o quiero experimentar sobre todo emociones, y a veces en el mejor de los casos eso se alcanza, y eso es a lo que yo aspiraría como ideal con Un Mundo Secreto, que la gente que la vea pueda experimentar sentimientos.