Noticine.com – CorreCamara.com / Dragón Films

La inolvidable protagonista de “Amélie”, Audrey Tautou, regresa a los cines mexicanos con “Retrato íntimo” (“Therese Desqueyroux”), drama dirigido por el francés Claude Miller (“La pequeña ladrona / “La petite voleuse”) a partir de la obra homónima de François Mauriac. En él, Tautou interpreta a Therese es una mujer adelantada a su época, los años 20 del pasado siglo, un alma libre con hambre de pasión que al ser obligada a contraer matrimonio a pesar de no estar enamorada, llega a límites extraordinarios con tal de recuperar su libertad. Su realizador falleció apenas un mes antes del estreno de su cinta en el Festival de Cannes el año pasado.

– Claude Miller dijo que no hubiera hecho la película si no hubiera aceptado el personaje principal.

Claude me mandó la novela preguntando si me interesaría hacerla, lo cual me emocionó mucho, “Retrato íntimo” era un sueño de proyecto y muy diferente a lo que había hecho anteriormente. Claude y yo nos habíamos conocido 10 años antes en el casting de otra película suya donde no me quedé, poco tiempo después me buscó para otro proyecto en el que no pude trabajar por falta de tiempo, hasta que por fin lo logramos con “Retrato íntimo”.

– En la película es misteriosa y fuerte, de una forma que no conocíamos de usted hasta ahora.

Thérèse es una persona cerebral, no habla mucho, viene de una familia de personas que no se abren ni se expresan. Mientras la interpretaba, constantemente me preguntaba a mí misma “¿Qué está pensando ella en este preciso momento?”, su desarrollo interno era tan importante como los diálogos que tenía que decir. No improvisé ni una sola vez en todo el rodaje, sabía exactamente en qué momento ella estaba lidiando con sus demonios internos. Thérèse habla en dos lenguajes: primero el que los demás oyen y segundo, simultáneamente, el de lo que no puede expresar. Forzada a quedarse callada, ella tiene un dialogo interno constante consigo misma.

– ¿Quién es Thérèse Desqueyroux?

Es una mujer cultivada y leída, los libros le han abierto nuevas ventanas al mundo y nuevos anhelos. Siente un enorme deseo por ser libre pero se reprime y se somete ante las convenciones de su sociedad. Es una mujer contradictoria, sus pensamientos pueden cambiar de un momento a otro. Al decidir casarse, Thérèse espera de corazón encontrar su salvación y atenuar el peso que carga, pero el matrimonio no cambia nada, al contrario, pone peor las cosas para ella. Cuando descubre que su cuñada dejó todo por Jean Azevedo con tal de ser libre, Bernard (esposo de Therese) se convierte en la culpa de su infelicidad y termina por envenenarlo. Me gusta que ella nunca se considera una víctima, inclusive en su encierro y castigo, ella nunca se lamenta, más bien se vuelve dura e indiferente ante la vida.

– ¿Puede estar personaje convertirse en uno de los emblemáticos de su carrera?

No soy la misma mujer que era a mis 22 años, ya no me siento genuina en personajes de esa edad o realidad. En “Coco antes de Chanel” empecé cambiando mi ruta hacia otro tipo de personajes pero “Retrato íntimo” me ha llevado a un territorio aún más extremo el cual me encanta explorar. Es más violento, más complejo y más primitivo. Este personaje ha llegado en un momento de mi carrera donde tengo una enorme necesidad de cambio y evolución, siempre le agradeceré a Claude haberme dado esta experiencia.

– Interpretó sus dudas internas perfectamente.

Para cada escena escribí elementos de diálogo interno paralelos al guión. Me imaginaba qué sentimiento y frustraciones sentía hacia Bernard y su familia, las verdaderas palabras que a ella le hubiera gustado decirles.

– ¿Cómo fue Claude Miller como director?

Tenía un ojo muy agudo en cada comentario que me hacía sobre lo que le proponía hacer con el personajes, pensábamos igual y compartimos la misma visión. Nada se le escapaba. A veces le preguntaba si quería que enfatizara algún sentimiento, hacerlo más explícito, pero nunca fue necesario. Era un hombre con mucha claridad y mucho misterio al mismo tiempo.

– Miller dijo que no necesitaba dirigir a los grandes actores.

No eraun director que te diera muchas indicaciones y eso me inestabilizó un poco al inicio del rodaje, me hacía bromas diciendo “Tal vez no soy lo suficientemente exigente”. Era un hombre y un director único, tenía tanta sensibilidad que tras 5 minutos de hablar con él te quedabas con la sensación de que conocía más de ti que inclusive tú mismo, lo mismo me pasó con Stephen Frears cuando hicimos “Dirty Pretty Things”. Son personas que se interesan por los demás, que aman y respetan. Claude me dio una lección de vida durante la filmación de “Retrato íntimo”, su paciencia y gentileza es algo inusual en este medio. Era un artista capaz de lograr cosas brillantes haciendo las cosas más simples.