Por Jean-Pierre Garcia
En exclusiva desde Cannes
Khédidja, una mujer africana llora al momento de tomar el barco de Córcega a Marsella. Lleva a sus dos niñas, Jessica 3 años y Farah su bebe. “Le retour” (El regreso), nos habla del viaje hacia el país natal de las dos niñas y de su mamá, quince años después. Rápidamente descubrimos que el papá de las niñas era nativo de Córcega y se mató en un accidente de auto. La madre viene a trabajar como nana en una familia muy rica.
Las hijas vienen a gozar de las playas y del sol. El regreso es un modo muy específico de dar “vida” a los muertos del pasado. Esta familia tiene muchos secretos. Las relaciones sociales son muy tensas: confrontaciones entre dos mundos, racismo de ciertas personas… El carácter revoltoso de Farah, adolescente de quince años, complica mucho la vida de su hermana mayor que se da cara de santa, pues tiene mucho éxito en la universidad. El film de Catherine Corsini se puede ver como una historia de iniciación. Pero, de hecho, va más allá de este tipo de mirada.
En el filme, se nota mucha sencillez y realismo documental en el tratamiento del universo de los jóvenes. Catherine Corsini va siguiendo sus búsquedas sobre la vida de los adolescentes en momentos de crisis. Crisis que pueden destruirlo todo como darle vida a la creatividad de estos personajes.
Hubo antes del Festival, un perfume de escándalo alrededor de la película. Se acusó a la directora de ser demasiadamente exigente con sus actores y de “haber filmado escenas pornográficas con niñas menores”. Casi se le negó a Thierry Frémaux el derecho de seleccionar en competencia a la peli de Catherine Corsini.
En realidad, se trata en “Le Retour” de escenas de amor entre dos adolescentes que experimentan, con pudor, una relación lesbiana. Y punto. Sin ser la mejor obra de Catherine Corsini, “Le Retour” permite captar un universo original y no tan desarrollado en el cine francés. Seguro que la joven intérprete del papel de Farah se merece un premio de actuación o algo así.