Por Jean-Pierre Garcia
En exclusiva desde Cannes

“Cita en los Muelles” (“Le Rendez-vous des Quais”, 1955) de Paul Carpita, representa la historia de una película censurada durante unos treinta años y olvidada nuevamente hasta que el Centro Nacional de Cinematografía (CNC-Francia) y la Cinemateca Francesa organizaron su restauración y le dieron vida de nuevo. Este año, el Festival de Cannes nos ha permitido ver y descubrir obras muy importantes de la historia del cine, producidas en todo el mundo. Gracias a Cannes Classics, hemos experimentado grandes momentos de gozo y felicidad cinematográfica.

La nieta de Paul Carpita, con toda razón, dice: “Le Rendez-vous des Quais” es el eslabón perdido del cine francés, situado entre el cine clásico de posguerra (la famosa cualidad francesa odiada por Truffaut y Godard) y la Nouvelle Vague. En ciertos aspectos, esta película puede ser relacionada con el neorrealismo italiano.

Paul Carpita era maestro en una escuela primaria en Marsella y siempre le gustó el cine. Se compró una cámara y filmó varias manifestaciones y paros de los trabajadores del muelle, ya que las peleas eran frecuentes y la policía era muy violenta. Carpita se dio cuenta de que estas imágenes interesaban mucho al público de Marsella, un puerto importante en el Mediterráneo, especialmente a un público popular.

Decidió crear una película de ficción de largometraje y escribió la historia del encuentro entre Roberto, un trabajador del muelle, y Marcela, una obrera. Era una historia de amor entre personas sencillas pero conscientes de sus responsabilidades. Ambos buscaban un departamento antes de casarse, pero se encontraron con dificultades.

Todos los intérpretes de la película son actores no profesionales y sus palabras son auténticas, expresando la realidad de sus vidas llenas de acontecimientos sociales, desde huelgas hasta fiestas familiares y acciones solidarias contra la guerra en Vietnam (una colonia francesa que buscaba la independencia) y en Argelia (donde comenzaba la guerra de independencia).

El tono de esta película, filmada en interiores y exteriores naturales, nos recuerda a muchas películas del neorrealismo italiano, como “La terra trema” de Luchino Visconti o “Sciuscià” de Vittorio de Sica. “Rendez-vous des Quais” tiene algo muy cercano a “Roma, città aperta” de Roberto Rossellini (1945). La pobreza de la gente y su espíritu resistente están igualmente presentes en estas películas italianas. Además, durante este período de posguerra y guerras coloniales, son pocas las películas francesas que hablan de los trabajadores pobres.

“Le Rendez-vous des Quais” es un testimonio único sobre el pueblo francés y extranjero. Recuerdo una anécdota que me contó Sembene Ousmane, padre del cine africano y trabajador del muelle en aquellos años. Sembene escribió un libro sobre los trabajadores africanos en Marsella (“Le Docker noir”) y me confió que había participado como actor en las filmaciones de Paul Carpita. Sin embargo, estas escenas no se pueden ver porque no fueron incluidas en el corte final de la película.

También podemos observar cómo la comunidad comunista era impresionante en aquellos tiempos en Marsella. La gente pobre tenía relaciones de gran fraternidad, y los temas políticos o sindicales se entrelazaban con las historias de amor. Las mujeres deseaban trabajar por necesidad de sobrevivir, pero también por una cuestión de dignidad.

¿Por qué se olvidó durante tanto tiempo esta película? Durante una de las primeras proyecciones públicas, la policía confiscó la copia y se llevó el negativo original bajo el pretexto de que se había filmado sin autorización. Se formó un comité de censura y acusaron a Paul Carpita de dirigir una película que provocaba disturbios. Así, la película desapareció. No fue hasta finales de los años ochenta que surgieron copias escondidas por el Partido Comunista francés. El proceso de restauración de la película comenzó entonces su largo camino hasta esta proyección en Cannes.

Aunque es un tema diferente, esta dramática aventura me recuerda al destino de la obra de Julio Bracho, “La sombra del Caudillo”.

Por Jean-Pierre Garcia

Jean-Pierre García es crítico e historiador de cine, fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine de Amiens, Francia, de 1980 a 2011, que muestra cine del mundo entero y ha desarrollado un papel muy importante en lo que se refiere al apoyo a jóvenes directores de África, Asia y América Latina. Organizó varias retrospectivas y homenajes al cine mexicano y participó en el libro Luz, cámara, acción: cinefotógrafos mexicanos. En 1996, creó el Fondo de Apoyo a Desarrollo de Guiones del Festival de Amiens. Ha sido integrante y presidente de varios jurados internacionales en Europa, África, Asia y América Latina. Es experto en políticas de financiamiento y apoyos a cines del hemisferio sur.