Por Leticia Carrillo


Rubén Ímaz afirmó que el actor vasco Unax Ugalde (‘Che: Parte Uno) “lleva en sus hombros todo el peso de Cefalópodo”, porque la historia de esta película esta centrada en su personaje ‘Sebastián’, que experimenta el proceso de duelo y sanación tras la pérdida de su novia.


El director, que charló con la prensa con motivo de la presentación de ‘Cefalópodo’ en el 30 Foro Internacional de la Cineteca Nacional, relató que tras realizar una ardua búsqueda por el actor que protagonizaría la cinta, coincidió con Ugalde en la Ciudad de México “y empatamos en nuestras búsquedas artísticas, él se enamoró de la historia y convenció a sus agentes de que tenía que estar en el proyecto. Fue un proceso complicado de negociación porque Unax tiene una carrera artística que está despegando fuertemente en Europa, allá es considerado una de las jóvenes promesas de la actuación y acaba de ganar en Málaga el premio por su actuación en ‘Bon appetit’ (David Pinillos)”.


El autor de ‘Familia tortuga’ explicó que la incorporación de la figura de un calamar (o cefalópodo en términos científicos) en la historia se debe a que sirve como una metáfora del personaje principal: “Sebastián es hasta cierto punto, torpe, con una intención muy animal pero al mismo tiempo es muy cerebral. El calamar es un ser fantástico, desconocido, solitario, desde una perspectiva es cerebral, y acapara las cosas con voracidad; en este sentido se puede pensar también en un sentimiento que está debajo en el fondo del océano y puede acaparar el espíritu de una persona, es algo monstruoso pero al mismo tiempo, bello”.


Rubén Imaz declaró que su segundo largometraje es una especie de viaje personal que partió de un dolor personal por lo que decidió abordar, como lo hizo en su ópera prima, el tema del duelo: “me parece que nos enriquece y engrandece como seres humanos, aunque me gusta más las formas en que se expresa en Oriente porque la manera en que Occidente lo hace me parece triste, gris y que no nos lleva a ningún lado, creo que hay un desconocimiento del verdadero dolor humano y de cómo sanarlo”, subrayó.


Por esta razón, el principal objetivo de ‘Cefalópodo’ es plantear un camino para la curación espiritual, para la comprensión por otros medios –en este caso un animal- de la muerte y la aceptación de la ausencia de alguien o algo querido.


A diferencia de ‘Familia tortuga’, donde la mayor parte de la acción transcurre en una casa, en ‘Cefalópodo’ imperan los espacios al aire libre como el desierto, el mar y el bosque, donde ‘Sebastián’ no se siente oprimido.


Según Ímaz, esta decisión surgió de su necesidad de modificarse como director al plantearse el reto de tratar de contar una historia íntima en lugares abiertos “la grandilocuencia es resultado de la introspección, y los espacios se volvían subjetivos, como parte del espíritu de Sebastián, hablaban de todo el proceso por el que él estaba pasando”, puntualizó.


El cineasta mencionó que la película será distribuida por Canana Films pero aún no se cuenta con un plan de estreno. Sin embargo, se mostró “sorprendido gratamente” de que ‘Cefalópodo’ fuera considerada en la programación del 30 Foro Internacional de la Cineteca Nacional, “pues apenas lleva un par de proyecciones en el Festival de Guadalajara”.


Y finalizó: “El Foro tiene un público mexicano muy especial, que es al que está dirigida la película. Hay un grupo de cineastas que hacemos un cierto tipo de películas para que las vea cierto grupo de gente, y hay varios miles de personas en esta ciudad que están deseosos de reaccionar a estos filmes y no estoy hablando necesariamente de los cinéfilos con mayor experiencia sino de aquellos a los que les gusta descubrir algo nuevo, y en lugares como la Cineteca es donde aparecen esas audiencias”.


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