Cinecrítica: ‘Mucho ruido y pocas nueces’, Shakespeare en la actualidad, en el Foro de Cineteca
Por Jaqueline Tavera Martínez
¡Oh amor poderoso! Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.
La frase de Shakespeare se puede aplicar perfectamente para resumir el carácter del protagonista, y de varios personajes, de la nueva adaptación de su obra, “Mucho ruido y pocas nueces” (Much ado about nothing), bajo la dirección de Joss Whedon, el recientemente popular director de la película de superhéroes “Los vengadores” (The Avengers), quien hace una versión íntima, en blanco y negro, de la comedia de situaciones del escritor inglés.
Utilizando los diálogos de la obra original, Whedon transporta la historia del Bardo a la actualidad en donde el Don Pedro (Reed Diamond) visita, acompañado de sus amigos Claudio (Fran Kranz) y Benedick (Alexis Denisof), a su amigo Leonato (Clark Gregg), quien vive con su hija Hero (Jillian Morgese) y su sobrina Beatrice (Amy Backer), en medio de diversas situaciones Claudio se enamora de Hero y Benedick mantiene una relación de odio con Beatrice, hasta que sus amigos conspiran para tratar de unirlos.
Escondida, entre el humor que rige toda la película, hay una ligera crítica al “qué dirán”, de la manipulación de aquello que la sociedad o grupos de personas dictan como bueno o malo. Benedick y Beatriz hacen lo que sus amigos creen correcto y cuando se dan cuenta de la trampa niegan sus sentimientos por temor a las burlas.
Las palabras del realizador resultan atinadas cuando decía sobre su película: “La obra de Shakespeare que llevo al cine no es una comedia convencional. Tiene demasiados matices irónicos, oscuros, que destruyen la idea del amor romántico. […] Lo que consideraos como romanticismo en realidad es una imposición creada por las expectativas de los otros”.
Sin embargo, las tramas no dejan de ser divertidas, y es muy probable que el espectador se sienta identificado con el estado amoroso en el que caen los personajes principales, o tal vez como dice la famosa frase, lo hayan visto en el amigo de un amigo.
La adaptación de la obra de teatro del clásico inglés es acertada, aunque utilizar los diálogos originales recuerda a lo que se hizo en las últimas adaptaciones de “Romeo + Julieta” (Baz Luhrmann, 1998) y las versiones de Kenneth Branagh, incluida “Mucho ruido y pocas nueces” (1993). Aquí está el único problema de la cinta: no es notoria la adaptación, pues la historia a pesar de sucederse en la actualidad y en un lugar “común” (se filmó en la casa de Whedon), sigue hablando de príncipes, condes y guerras, lo cual choca con el contexto que se pretende mostrar a lo largo de toda la película.
Whedon opta por utilizar el blanco y negro, más por una cuestión técnica, pero que sirve narrativamente para presentar una versión oscura del amor, no obstante, dicho manejo no demerita, aunque tampoco engrandece, la historia. El hecho de que la mayor parte de las escenas sucedan en la casa de Whedon tampoco es un obstáculo, pues el director sabe cómo manejar la cámara para que el público no se sienta claustrofóbico en ningún momento.
El reparto, con quien el director grabó en 12 días, está constituido por antiguos colaboradores suyos de las series de televisión “Buffy the vampire slayer”, “Angel”, “Firefly”, “Dr. Horrible´s sing-alone blog” y “Dollhouse”, actores poco conocidos mundialmente, lo que sirve para que en las promociones del filme se preste mayor atención a la trama.
Whedon tienen una extraordinaria habilidad de brincar en diferentes géneros, el tratamiento que ofrece hace que no se sientan forzadas las escenas en las que pasa de la comedia al drama. Sin duda, una interesante propuesta y revisión de las obras shakesperianas en la actualidad.
“Much do about nothing” se presentará en el 33° Foro Internacional de la Cineteca, del 18 al 23 de abril.
Ficha técnica:
“Much ado about nothing”. Director y productor: Joss Whedon. Escritor: William Shakespeare. Reparto: Amy Acker, Alexis Denisof, Nathan Fillon, Franz Kranz, Jillian Morgese, Sean Maher, Reed Diamond, Clark Gregg y Tom Lenk. EUA, 2013.