Por Leticia Carrillo


Aludiendo a la célebre frase dicha por Marlon Brando en Apocalypsis Now: “He visto el horror”, el músico de origen vasco Fermín Muguruza afirmó en conferencia de prensa que lo que buscó con la realización de su documental Checkpoint rock: Canciones desde Palestina, fue “ponerle rostro a la tragedia y abrir los micrófonos para que la música de los palestinos suene”.


Esta producción codirigida por el que fuera líder de la banda Negu Gorriak y Javier Corcuera (Invierno en Bagdad) compite en el apartado a Mejor Documental Iberoamericano de DOCSDF Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México que se lleva a cabo desde el pasado jueves 15 y concluirá el 29 de septiembre.


Muguruza expresó que la experiencia de recorrer el territorio palestino para entrevistar a músicos de la región “que se rebelan contra el destino que les han impuesto, me ha transformado porque me ha hecho ver muchas cosas que no había visto como darme cuenta de que la música cuida a las personas, las sana y las hace levantarse”.


El músico señaló que otra cosa que le sorprendió de Palestina es que “a pesar de tanta destrucción pueda existir una cultura de la vida” y recordó que el marco histórico en el que se desarrolló su último filme ha sido el de dos guerras, la de 1947 cuando se decretó la partición del territorio palestino en dos Estados, uno judío y uno árabe, después de lo cual muchos palestinos fueron despojados de sus tierras; y la de 2006 entre Israel y El Líbano.


Fermín Muguruza declaró que otra de las líneas que explora Checkpoint Rock: Canciones desde Palestina es la búsqueda de identidad de los músicos de esa nación pues mencionó que a diferencia de lo que ocurre en todo el mundo, todos los artistas palestinos “se reconocen por venir de un tronco común y consideran al poeta Mahmud Darwish -fallecido el 9 de agosto de 2008- como parte de su influencia”.


En este sentido, Muguruza recitó el primer verso del poema Carta de identidad de este autor, que reza: “Escribe que soy árabe”, para por un lado, resaltar el hecho de que su obra tiene como trasfondo este tema y por otro, afirmar que la poesía tiene un profundo arraigo en los países árabes que se manifestó por ejemplo, con la congregación de 25 mil personas en un recital de Darwish.


El músico vasco explicó que la inspiración para hacer el documental musical le vino después de ver el filme de Fatih Akin, Cruzando el puente: Los sonidos de Estambul y luego de conseguir el apoyo de Javier Corcuera, el fotógrafo Jordi Abusada y las productoras Filmanova y K2000, hizo un primer viaje a Palestina en abril de 2008 para contactar a los músicos que saldrían en el filme.


Posteriormente, en septiembre de este año la producción obtuvo los permisos para introducir el equipo de grabación a territorio palestino: “conseguimos entrar a todas partes menos a los checkpoints (puntos de revisión) en los que nos prohibieron expresamente hacer tomas”.


Sin embargo, apuntó, ver “el trato duro, como de animales, y la humillación” a la que son sometidos todos los días los palestinos por parte del ejército israelí, les comunicó a los directores la necesidad de registrar lo que pasaba en esos sitios. Al final pudieron hacerlo sin, prácticamente, ninguna dificultad pues los militares “actúan con tanta impunidad que les daba igual si los grabábamos o no”.


Pero Fermín Muguruza estimó que valió la pena intentarlo porque de esta manera reflejaron un poco del sufrimiento cotidiano de los palestinos, para los que “cruzar un tramo de 4 kilómetros en su propia nación es más difícil que lo que es para un europeo viajar de un extremo a otro de su continente”.


Por último, Muguruza subrayó que seguirá trabajando en el terreno audiovisual porque “la combinación de los viajes, la música y el cine es una herramienta de transformación y de denuncia”.