Por Ali López

“Jason Bourne” (Paul Greengrass|UK-China-USA|2016) es la más reciente cinta de la saga Bourne, sobre un súper agente de la CIA que está en búsqueda de su origen y pasado. Bourne (interpretado desde la primera cinta por Matt Damon) se encuentra exiliado de los Estados Unidos y pasa su vida alimentando la supremacía norteamericana en pequeños y grandes actos, sin embargo, algunos documentos robados de manera cibernética a la Agencia Central de Información, que versan sobre el origen de Bourne, lo vuelven a poner la mira y el mapa

La película es una cinta de acción hecha y derecha, llena de adrenalina, suspenso, bombas y disparos. No hay un sólo encuadre estático, todas las tomas están llenas de movimientos, ya sean de personajes o de cámara, lo que permite poca calma. Además, el sonido hace gala del lema “más es mejor” por lo que todos los autos y todas las armas, tienen las detonaciones más impactantes que puedan escucharse.

La trama importa poco, pues narra lo común en una cinta de este género. Por supuesto que tiene un bemol notorio al retratar intrigas políticas actuales, basadas en las paranoias propias de una sociedad volcada a las redes sociales y el mundo digital, pero no deja de ser una actualización de las tramas ancestrales de la guerra fría. La actuaciones de Tommy Lee Jones, Alicia Vikander, Vincent Cassel así como del mismo Damon, dan una profundidad interesante a los personajes y lo dotan de ángulos poco comunes en las cintas de acción, sin embargo, esto se explota poco ante la vertiginosa edición y manejo de cámara, que hacen de los performances una acción mecánica.

¿Qué es más importante la seguridad pública o la privacidad de cada persona? Es una de las interrogantes más constantes en “Jason Bourne”, y aquí devela mucho de la condición política del mundo actual. Expone muchos de los miedos de sociedad y gobiernos, que ven en cada persona una amenaza potencial, o un aliado extremo, y que por lo mismo debe ser seguido y vigilado. Bourne no da un discurso claro a favor o en contra del control del individuo, habla sobre la importancia de saber quién es uno y cuál es su posición en la nación, más que en el mundo. Pues el mundo ha regresado a la época de la preguerra, donde la banderas se alzan más otra una que otra.

La cinta no es la más importante, ni la mejor, de la saga, pero cumple su cometido principal, entretener, además de que mitifica la imagen de Bourne, otro de los tantos súper héroes del Siglo XXI.