Por Leticia Carrillo
A una semanas de que su último filme -‘Chicogrande’- se estrene, Felipe Cazals, director de clásicos del cine mexicano como ‘Canoa’, ‘Las poquianchis’ y ‘El apando’, recibirá la noche del martes 13 el Ariel de Oro, máximo galardón que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas otorga a aquellas figuras que han contribuido con su labor al desarrollo del cine en México.
Con este motivo, CorreCamara.com entrevistó al autor de ‘Digna: Hasta el último aliento’ y ‘Emiliano Zapata’. En la conversación el director dijo lo que el cine significa para él, habló de las similitudes del periodismo y el cine, opinó sobre la realidad mexicana actual, sobre la nuevas generaciones de cineastas nacionales y fijó su postura sobre el problema de la exhibición del cine mexicano…entre otras cosas.
CorreCamara.com: ¿cuál es su sentir por recibir el Ariel de Oro?
Felipe Cazals: Me honra mucho porque usualmente este galardón se le otorga a quien ya está en el retiro y yo sigo en activo, de tal manera que es un doble honor. El Ariel de Oro también reconoce la labor de todos los colaboradores que me han acompañado durante tantos años y tantas películas; he tenido la suerte de trabajar con los más capacitados, los más talentosos, los mejores de su tiempo y de mi tiempo y el Ariel de Oro es también para ellos.
CC: Usted ha comentado que el cine es como una droga y también, que se ha retirado voluntariamente en varias ocasiones.
FC: No, más bien el cine es un veneno mortal y al mismo tiempo, una pesadilla pero desde muy niño asistí al cine y ¿qué puedo decir? el cine es mi vida, he tenido varios retiros voluntarios pero sigo pensando en cine, sigo viviendo cine y acabo volviendo a hacer cine.
CC: Hablando de volver, ¿cómo fue hacer ‘Chicogrande’ después de la operación de corazón a la que fue sometido?
FC: Luego de la operación hubo un período de recuperación física y mes y medio después estaba en la sierra de Durango para filmar ‘Chicogrande’ durante 9 semanas. Fue revitalizante porque para los cineastas no hay nada más estimulante que filmar, no necesariamente es lo más divertido pero sí lo más estimulante.
CC: Sobre sus otros proyectos ¿va a retomar el de ‘Mujeres de ámbar’?
FC: Esto es muy difícil de comentar porque la historia se fue transformando y se salió del cauce que yo había previsto; el trabajo de escritorio tiene que ir llegando a la posibilidad de la visión cinematográfica y en el caso de ‘Mujeres de ámbar’ se fue convirtiendo en un asunto más literario que cinematográfico y por lo pronto lo guardé en el cajón.
CC: Y sobre la literatura ¿cuál ha sido la importancia de ésta en su obra?
FC: Yo creo que el periodismo es el inicio literario y podría afirmar que casi todas mis películas parten de una fuente periodística. El periodismo es literatura pero tiene un carácter muy especial de investigación, inclusive de reflexión crítica y de matices. Tiene, de alguna manera, gran parentesco con el cine, a mi juicio.
CC: De algún caso actual de la vida real que se haya dado a conocer a través de la prensa ¿le gustaría hacer una película como lo hizo con ‘Los motivos de Luz’?
FC: No, en estos momentos hay tantas cosas de suma importancia en la primera plana de los periódicos que, considero, las nuevas generaciones de cineastas son las que lo deben hacer porque a cada generación le toca vivir su tiempo y la mejor manera de participar en él es hablar de él, tener una posición crítica al respecto. Yo creo que lo que sucede actualmente en México, aunque tengo derecho de interpretarlo como cineasta, debe ser materia para los nuevos cineastas, que los hay muy buenos.
CC: ¿Siente afinidad con alguno de estos nuevos cineastas que menciona?
FC: De lo que estoy seguro es que hay una diez promesas de excelencia, no digo los nombres porque si se me olvida uno, sería injusto. Pero de esta enorme cantidad de nuevos cineastas que por desgracia el tiempo filtrará, hay diez promesas excelentes.
CC: Desde su perspectiva ¿el México en el que usted inició su carrera en el cine ha cambiado respecto al actual?
FC: Sí, ha cambiado irremediablemente para bien en algunos sentidos y en otros no ha caminado como debería hacerlo. Va a parecer que utilizo lugares comunes pero la justicia social sigue muy rezagada y es el problema número uno de este país.
CC: Viendo su trayectoria en retrospectiva ¿hubiera emigrado a otra nación para hacer cine?
FC: En los años 70 recibí ofrecimientos para trabajar y quedarme en Estados Unidos pero no conozco a fondo ese país, no domino bien su lengua y los problemas que me interesaban y que me siguen interesando suceden en México. Por eso me regresé y aquí hice lo que pude haber hecho y lo que está a la vista.
CC: Sobre lo que ha hecho, de películas como ‘Rigo es amor’ y ‘Desvestidas y alborotadas’, ¿tuvo la intención de conciliar una visión autoral con el discurso de estas cintas de corte comercial?
FC: No porque no había la oportunidad de filmar lo que yo quería y tuve que hacer lo que muchos, películas alimenticias. Debo aclarar que yo no escupo sobre ellas, no son películas sobresalientes por supuesto, ni sobre las que tenga una responsabilidad de autor pero tampoco escupo sobre ellas, me pagaron mis honorarios como director y cumplí haciendo lo mejor posible en donde no había mucha materia para hacerlo.
CC: En su filmografía también se encuentran algunos documentales como ‘Los que viven donde sopla el viento suave’, ¿tiene planeado dirigir otra película de este género en el futuro?
FC: No porque el documental exige unas condiciones de trabajo para las que se tiene que tener cierta edad y yo ya no la tengo, para andar saltando de un lado a otro persiguiendo la información.
CC: ¿Qué sigue para Felipe Cazals?
FC: Preparar el estreno de ‘Chicogrande’ para el 28 de mayo, espero que el espectador mexicano vaya a verla porque los cineastas tratamos constantemente de recuperar a nuestro público dentro de las pocas salas de exhibición que nos dejan.
CC: Sobre el problema de la exhibición del cine mexicano en el país ¿Cuál cree que sea la solución?
FC: Sacar al capítulo cultural del Tratado de Libre Comercio (de América del Norte) lo veo difícil, yo creo que más bien se necesita una reforma integral del cine mexicano. Los cineastas lo tienen que encauzar, analizar, estructurar, tienen que estar asesorados correctamente y que el Congreso de la Unión los ayude. Si no hay reforma integral para el cine mexicano, no hay futuro para él. Vivimos una situación de inequidad total para nuestro cine, todo tiene que replantearse porque si no se hace, los nuevos cineastas no van a poder seguir filmando. Pero esto no va a tomar mucho tiempo, yo creo que lo veremos antes de lo que se prevé.