El cineasta mexicano Francisco Vargas asegura que no pensaba en
premios ni reconocimientos en los cinco años que tardó en realizar su
ópera prima, ‘El violín’, que se ha convertido en la segunda película
más premiada de la cinematografía azteca, sólo superada por la célebre
‘Amores perros’. Vargas acoge “con mucho gusto” los más de treinta
trofeos que ha cosechado este minimalista historia en blanco y negro
que sigue a tres generaciones de campesinos comprometidos con la
guerrilla. 

En la mejor tradición del cine mexicano para unos y ejemplo de la
renovación de la citada cinematografía para otros, ‘El violín’ llega
esta viernes a la cartelera española con la intención “de tocar el
corazón. El cine tiene sentido cuando le llega al otro”, declara el
director y guionista de esta “naturalista” historia que muestra la dura
represión de un rebelión popular en el centro de México.