“Estradeiros” y “La edad atómica”, dos retratos sobre la juventud contemporánea, en Distrital
Por Yossa Guzmán
Dentro de la jornada del miércoles en el Festival Distrital se proyectó el documental “Estradeiros” (Viajeros) de los directores brasileños Sergio Oliveira y Renata Pinheiro, quienes con entrevistas y muchas secuencias de carreteras nos adentran en la vida de un grupo de personas de Latinoamérica, ‘hippiosas’ y nómadas, dedicadas a vender artesanías en las calles.
A pesar del interés de los realizadores por acercarnos a estas personas para conocer su forma de vivir y pensar, se siente una barrera tenue que impide identificarnos con ellos, quizá porque no eligen a una persona en particular sino que hablan de una comunidad parecida a las tribus que comparten pensamientos y vivencias, nunca se ve una persona sola, siempre están juntos platicando, cantando, pasándola bien.
Esta película, ganadora en la Semana de los Realizadores de Río de Janeiro, es el documento de los vagabundos viajeros con las ideas muy claras sobre la vida: “Yo soy feliz con mi gato, mi perro y mi bicicleta”, “Lo mejor de rodar por el mundo es que conoces a las buenas y a las malas personas”, “Son decisiones que tomas en la vida y me gusta demostrar que si se puede vivir así, puedo mantener a mi familia” jóvenes que viven de la contemplación, desligados de las cosas materiales y enfocados en sentirse completamente “libres”, lo que sea que eso signifique.
“Estradeiros” recuerda un poco a las fotografías sobre vagabundos norteamericanos de Mike Brodie
“Estradeiros” recuerda un poco a las fotografías sobre vagabundos norteamericanos de Mike Brodie pero sin el glamour ni la imagen ‘cool’ de ser vagabundo. Estos viajeros latinoamericanos son más naturales y con una tendencia espiritual acerca de la vida.
De ahí nos vamos a otro tipo de juventud, más citadina, sedentaria y azotada en la película de ficción “La edad atómica” de la francesa Helena Klotz, la cual cuenta en una noche la vida de Victor y Rainer, dos jóvenes parisinos también medio vagabundos pero nihilistas y deprimidos que se sienten asfixiados y cansados. Quizá si dejaran de fumar se sentirían mejor, aunque sabemos que el cigarro es un elemento casi indispensable en este tipo de filmes.
La película se divide en dos partes, la primera centrada en espacios cerrados, obscuros y con mucho ruido para terminar en un lugar abierto, silencioso y con más iluminación. Es breve pero contundente. Película festivalera lista para el público que disfrutó también “Nuit #1”, de la misma sección Topografías.
Al terminar, en la sesión de preguntas, la directora comentó sobre sus influencias de Passolini y explicó que quiso representar dos tipos de juventudes diferentes, Victor representa a la juventud de la actualidad —occidente y europea— y Rainer a la juventud antigua como un fantasma del romanticismo —pues se la pasa recitando poesía todo el tiempo— con el estilo de Werther o el poeta Rilke. Por eso nos dice que al principio se observa un estilo contemporáneo y finaliza como si fuera una leyenda para tratar de juntar esas dos épocas.
El guión fue sólo de 25 páginas pero se fue alargando al querer mostrar el tiempo que se vive durante la noche, por eso se estira un poco y aparecen elementos invisibles propios de la vida nocturna, incluso en algunos momentos se siente que estamos viendo una película de fantasmas.
Al finalizar, la directora comentó que planea realizar una trilogía sobre la juventud actual. La segunda película seguirá a Theo, un personaje secundario de la película, representado por el actor Niels Schneider (el mismo de “Los amantes imaginarios”, 2010, de Dolan) y la tercera tratará de un joven que vive en una zona pobre, un líder que de repente se pone un uniforme de policía, y así, pretende mostrar diferentes tipos de juventudes con porvenires diferentes.
Dos películas que vale la pena ver en esta tercera edición de Distrital.