Por Graciela Sánchez Silva
Desde Guanajuato
Con el principal objetivo de retomar el lugar que el cine polaco ha tenido en la industria mundial en décadas pasadas —y específicamente en México, en donde toda una generación de cineastas se formó viendo cine de la antigua Polonia socialista– se realizó el Foro Bilateral en la segunda jornada de esta segunda etapa GIFF. Los foros se llevan a cabo desde hace unos nueve años para impulsar la presencia del país invitado a partir no solo de su presencia en el festival sino en la incubación de proyectos futuros.
El encuentro es organizado mediante una colaboración entre el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), el GIFF y la Embajada de Polonia, con la intención de poner en perspectiva las diferencias entre las dos naciones a través de las distintas facetas de la cinematografía. La inauguración fue presidida por la Embajadora de Polonia en México, Beata Wojna; el director del IMCINE, Jorge Sánchez; la directora del GIFF, Sarah Hoch; Joanna Wendorff- Ostergaard, del Instituto de Cinematografía de Polonia, y Tomasz Dabrowski, director de la Comisión Fílmica Polaca.
En las distintas mesas del Foro se analizarán aspectos que van desde el papel histórico del cine y la posición de los nuevos cineastas, hasta la distribución y el consumo de los filmes en ambos países. La intención será reforzar los lazos ya existentes e impulsar nuevas co-producciones y proyectos conjuntos, ya que como mencionó Jorge Sánchez, el cine desafía la noción errónea de que México y Polonia son dos países diferentes y alejados entre sí.
Tomasz Drabowski destacó, entre otras cosas, la promoción de las locaciones polacas y sus paisajes para la filmación de películas. Para el coloquio, se cuenta con la presencia de treinta polacos, entre especialistas y profesionales en diversos sectores relacionados con el cine. Uno de los puntos clave de esta cooperación está en el intercambio entre estudiantes de universidades históricas en ambos países, como el CUEC y el CCC mexicanos o la Escuela Nacional de Cine de Lodz, que fuera alma Mater de cineastas hoy legendarios como Roman Polanski, Krszistof Kieslowski o Anzdrej Wajda.
Foto Graciela Sánchez Silva