Por Carolina G.Guerrero
Noticine.com-CorreCamara.com
Con el cambio de tiempo, ahora gris y lluvioso, también el panorama cinematográfico en el Kursaal donostiarra se ha vuelto menos luminoso. Este lunes géneros diversos y distantes los que tocan las temáticas de las cintas a concurso: de este lunes de festival, la coproducción europea “Casanova variations”, con John Malkovich; la alemana “Phoenix”, de Christian Petzold, y la coreana “Haemu”, opera prima como director del guionista Shim Sung-bo.
Nadie se pone muy de acuerdo al juzgar el ultimo trabajo de John Malkowich,lo que esta claro es que estamos ante cine de autor, el que dirige Michael Sturminger, la recreación de una opera que ha recorrido los escenarios de medio mundo. Sturminger mezcla como en una coctelera la ópera, el teatro y el cine, y nos presenta un rompecabeza sin duda demasiado extenso con las dos historias paralelas que conforman “Casanova Variations”.
Y es que este film coproducido principalmente por Francia y Alemania recrea no sólo la representación operística, sino la propia producción de la obra: por un lado la ficción del famoso seductor y la otra la actividad del propio Malkowich representando la obra/ ópera.
Parece que sólo ha apasionado a una minoría, aquí en San Sebastián, y entre esta minoría los incondicionales enamorados o fans del protagonista de” Las amistades peligrosas”. El resto se ha quedado muy frió e incluso se ha aburrido por lo extenso del metraje.
No obstante, la banda sonora es sublime y subyugadora, con arias de Mozart y Lorenzo da Ponte envolviendo las escenas.
Antes de su rodaje se pensó para dar vida a su protagonista en nombres como los de Antonio Banderas o Kiefer Sutherland pero finalmente la elección recayó en uno de los galanes menos “atractivos” de la historia del cine.
“He interpretado a Casanova, a Valmont y Rochester, y los encuentro mucho mas patéticos que seductores”, contó Malkowich en la posterior y multitudinaria rueda de prensa, donde también reconoció que jamás ha visto el “Casanova” de Fellini. Y que está al margen de las críticas, porque son algo que no puede controlar.
La segunda película en competición del día ha sido la alemana” Phoenix”, que llegaba con buen bagaje de acogida y criticas favorables en el reciente festival de Toronto. La historia se centra en Nelly, una superviviente del holocausto judío, a la que dispararon y desfiguraron la cara en uno de los campos de concentración nazis, y a la que todos dieron por muerta. Su amiga Lena le ayuda a resurgir de sus propias cenizas, unas cenizas a punto de apagarse.
De vuelta en Alemania, será intervenida por un cirujano plástico, que intentará reconstruir y recuperar su antiguo rostro, una tarea complicada por el estado del mismo. A pesar de todo, logrará un resultado satisfactorio, pero no similar respecto de la cara anterior de la chica.
Toda su familia esta muerta, y tan solo cuenta con la lealtad de su amiga Lena, quien le alquila un precioso piso cerca de un lago, para que se recupere tranquila, tras acompañarla desde que dió con su paradero.
Pero Nelly sigue enamorada de su marido, del que no sabe nada, al contrario que su amiga, que sabe que él esta vivo y también que traicionó a su amiga. Nelly finalmente lo encuentra, trabajando como camarero en un club nocturno llamado “Phoenix”. Según sus propias palabras, vuelve a morir cuando se da cuenta de que Jhonny no la reconoce. Tras varios días acudiendo a buscar trabajo al club nocturno, el hombre se fija en ella, ya que guarda aún un cierto parecido con su esposa muerta. Le propone entonces suplantarla ante todos, para poder cobrar la herencia millonaria que su familia le ha dejado.
Inverosímil historia bajo todo punto de vista, porque es imposible, totalmente imposible, pasar por alto que el marido en cuestión no reconozca la voz de la que fue su mujer (para mas señas cantante), ni sus manos, ni su piel, ni su olor, ni su forma de andar, (a no ser que estuviera casado con ella cinco minutos, que no es el caso).
Este”pequeño detalle” para algunos sin importancia (que no reconozca nada en ella), ya descoloca al espectador de todo lo demás, y le dificulta empatizar con la historia.
La ambientación no esta conseguida, las interpretaciones no resultan tampoco fluidas, por demasiado estáticas y forzadas, lo que mantiene y sostiene la cinta es la espera del desenlace, el resultado final que es lo único y lo mejor de la misma, los cinco últimos grandes minutos donde por supuesto la protagonista resurgirá triunfal como el ave fénix de sus propias cenizas…. por lo demás, increíble a todas luces este trabajo que firma y dirige Christian Petzold, y que interpretan Nina Hoss, Ronald Zehrfeld y Nina Kunsendorf. A pesar de todo, ha sido aplaudida en su proyección en el auditorio del festival.
La tercera del día sí ha gustado mucho. Se trata de la cinta de Corea del Sur “Haemu”, dirigida por Shim Sung-bo (guionista de “Memories of Murder), y elegida para representar al país oriental en los Oscars de 2015. Se presenta como un relato de aventuras, pero es una cinta de corte trágico, por su historia y por su contenido, que además esta inspirada en una historia real.
La critica de Toronto ha encumbrado a este relato marino, que en el mismo barco reúne toda una serie de atractivos para que la historia resulte redonda. La trama sigue la singladura de un barco pesquero que transporta emigrantes ilegales, pero un temporal y las adversas condiciones meteorológicas, complicarán ese traslado para convertirlo en tragedia.
La cinta es ante todo una historia de amor y de superación, y hace cómplice en todo momento al espectador, que esta vez sí se mete en el mismo barco que los protagonistas del film. Una bella fotografía es otro de los alicientes de este trabajo, que seguramente tendrá en muy en cuenta el jurado de esta 62 edición.