Por Perla Schwartz
El más importante director israelí de la actualidad es Amos Gitai, nacido en Haifa en 1950, quien tiene en su haber alrededor de 60 trabajos fílmicos, entre cortometrajes, largometrajes de ficción y documentales. Él fue el invitado de honor del 8º Festival Internacional de Cine Judío, razón por la cual se llevó a cabo una retrospectiva de algunos de sus filmes más paradigmáticos.
“Trato de filmar una película al año- comenta Gitai-, es lo que me mantiene vivo, cuando recién me iniciaba, mis amigos me decían haz cine comercial para que tengas dinero, yo preferí empezar al revés, y es así como filmo en lo que creo, apoyado en coproducciones con varios países europeos, principalmente Francia.”
“Esther” (1985) fue su ópera prima, y a pesar de estar basada en un texto bíblico , en el universo creativo del realizador israelí toma dimensiones de denuncia política, en el sentido que la resistencia es fundamental, subyace en esta película, un importante paralelismo entre dicho pasado trágico vivido por el pueblo judío y lo que acontece hoy en día en el convulsionado Medio Oriente: “No tengo una preferencia en particular, lo mismo me siento cómodo en la ficción o en el documental, en ocasiones me gusta fusionar ambos géneros, lo esencial para mí es rescatar la historia de una sociedad.”
Gitai fue comenzado a ser conocido a nivel mundial a partir de “Kadosh” (1999), ambientada en la zona ortodoxa de Jerusalén, una cinta estremecedora que crítica ampliamente el fanatismo religiosa; por lo prolífico que es, varias de sus películas no llegan comercialmente a nuestro país, en este 2010 recién terminó de filmar “Carmel”: “Me interesa referirme a la historia del pueblo judío, puesto que ésta es fuerte, y desde mis inicios como director ha sido mi línea, por ejemplo en “Kippur” del 2000, retomo varias vivencias personales que tuve en dicha guerra, incluso uno de los soldados se apellida Weintraub, como es el apellido de mi padre.”
Artífice de valiosos planos- secuencia, Gitai ofrece en “Hogar noticias de una casa” (2005), una aproximación a lo que se vive en el Medio Oriente, a través de relatos de vida fragmentarios en torno a una añeja construcción en Jerusalén, que a lo largo del tiempo ha experimentado varias transformaciones: “ El eje narrativo es una casa de un doctor palestino que la ocupó hasta 1948, después de la Guerra de Independencia de Israel, la llegó a ocupar una pareja judía de origen argelino.
“En aquella época, dicha casa estaba en el centro de Jerusalén, a lo largo del paso del tiempo, dicho lugar ha representado un microcosmos de lo que se vive en Israel. Este documental es la tercer parte de una trilogía, una especie de rescate arqueológico, que en esta última entrega aborda la diáspora ,además del cambio de visiones de sus habitantes y su entorno.”
Primero, Ampos Gitai, se dedicó a la arquitectura, pero en el séptimo arte halló su gran vocación: “Cuando comencé el cine en Israel, tenía una perspectiva similar al de la Unión Soviética, es decir se filmaba material de propaganda, hoy las circunstancias han cambiado y existe una mayor apertura. Más que en el trabajo de otros cineastas, aunque admiro profundamente a Rosellini, Visconti y Fassbinder; mi formación viene en gran medida de la literatura rusa y alemana.”
Actualmente el director de “Kedma” se encuentra preparando un falso documental en torno a su padre, y su labor como arquitecto de la Bahauss: “Mi cine es autobiográfico, cada una de mis películas puede ser vista como el capítulo de un diario.”