Leticia Carrillo/Enviada
Morelia, Mich.- “A los niños que
pierden a sus padres se les dice huérfanos pero no hay una palabra para nombrar
a los padres que pierden a sus hijos”, es una de las frases que aparecen en “El
sueño de Lu”, segundo largometraje de Hari Sama (“Sin ton ni Sonia”) que
compite en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
El director dijo que decidió
abordar el tema del duelo de un padre tras la muerte de su hijo “porque quería
hablar de ese dolor casi mítico que va más allá de una pérdida, y del tránsito,
del cambio de mirada y de consciencia al que es posible llegar con la compañía”.
En la cinta, “Lucía” (Úrsula
Pruneda), intenta, sin éxito, suicidarse por la pena que siente al no estar con
su pequeño “Sebastián” pero reencuentra el significado de la vida al coincidir
con otras personas que han sufrido la misma experiencia y comparten con ella su
dolor.
“El sueño de Lu” cuenta con las
actuaciones de Gerardo Trejoluna, recordado por su papel del vengativo cura de
pueblo de “Hidalgo: la historia jamás contada”; María del Carmen Frías, María
Deschamps (“Voy a explotar”), Moisés Arizmendi (“Bajo la sal”) y Emilio
Echeverría (“Amores perros”).
Sama señaló que el reto más
grande al realizar este filme que recoge aspectos autobiográficos, fue mostrar
esta etapa de una forma “lo más apegada a la realidad, a la verdad”; para ello,
indicó, se realizó un trabajo consciente para trazar los sentimientos y las
miradas que tenían que externar cada uno de los personajes. Y detalló que el
ritmo de “El sueño de Lu” “está suspendido entre el dolor y la angustia”
Mientras tanto, Úrsula Pruneda
expresó que cada una de las personas implicadas en el proyecto “aportó sus
cicatrices, dolores, miedos, dudas, tristezas y alegrías”. Entre los
participantes del mismo, se encuentra un grupo de autoayuda de padres en duelo,
que se interpretan a sí mismos en la ficción.
En “El sueño de Lu” hay importantes
referencias musicales, tanto a nivel estructural –con la división del filme en “tres
momentos”- como en el narrativo. Sobre
la misma, el compositor Darío González Valderrama apuntó: “este elemento se
convirtió en un personaje porque muchas cosas se tenían que decir a través de
la música”