Leticia Carrillo/Enviada
Morelia, Mich.- En una animada charla con el público y medios de comunicación en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) , quien le rinde un homenaje y le dedica una retrospectiva, Damián Alcázar afirmó: “no quiero ser un actor famoso, sino un gran actor; cuando empecé en esta profesión me di cuenta que no podía competir con nadie, sino compartir, por eso quiero ser el mejor, cada vez mejor”.
Alcázar, uno de los actores más relevantes en el panorama de la cinematografía mexicana y latinoamericana, dijo que su prioridad al seleccionar proyectos fílmicos: “es hacer grandes historias, cuando trabajo en ellas no me preocupo mucho si se van a estrenar, si no lo hacen, ya se verán en la piratería o internet”.
Como ejemplo de lo anterior puso el de la película colombiana “García” en la que compartió créditos con la estrella televisiva Margarita Rosa de Francisco. La cinta de fue proyectada en la pasada edición del FICM y aunque hasta la fecha no ha llegado a las salas de cine mexicanas “ya se estrenó en la calles de la Ciudad de México”, según el actor.
De la selección de películas que realizó para la retrospectiva de su obra en el encuentro cinematográfico de esta ciudad, Damián Alcázar comentó: “quise que se proyectarán “El último comandante” y “Don’t let me drown” porque será difícil verlas pronto en México fuera de esta ocasión; “La leyenda de la máscara” porque es una de las cintas que puso los cimientos del Nuevo Cine Mexicano”.
Y continuó: “Un mundo maravilloso” porque es una historia a la que la taquilla no le hizo justicia y forma parte de la trilogía fundamental de Luis Estrada (junto a “La ley de Herodes” y “El infierno”); “Dos crímenes” porque es poca la gente de las nuevas generaciones que ha podido verla en pantalla grande” y “Las vueltas del citrillo” porque es extraordinaria, un filme clave para el cine nacional y el primero que hice con Felipe Cazals.
En el evento, en el que el histrión recibió El Ojito de Plata del Festival de Morelia, señaló que no trabaja en propuestas televisivas tradicionales “porque ahí siempre sería el malo, en cambio en el cine un día hago a un malo y al otro, a un sacerdote”.
Sobre su gusto por involucrarse en proyectos con temáticas sociales, el actor de “Bala mordida” y “La sargento Matacho” relató se debe a su deseo por retratar las realidad que se vive en diversas partes del país: “en dónde no hay nada para los jóvenes y adultos con niños más que hambre y abandono, el caldo de cultivo ideal para la violencia”.
“Cuando era joven quería irme a la guerrilla en Nicaragua y mi madre, muy sabia, me dijo: “pendejo, usted se pone a trabajar aquí”. Así lo hice y me di cuenta lo que ganaban y comían los obreros”, abundó Alcázar.
Finalmente, el protagonista de “El infierno” se pronunció por la integración latinoamericana: “tenemos un gran país que empieza en el sur de Estados Unidos y termina en la Patagonia, entre nosotros no debe haber divisiones, empezando por nuestras propias cabezas”.