Leticia Carrillo/Enviada

Morelia, Mich.- “Mis abuelos fueron cristeros, ellos sufrieron muchas injusticias, los mataban o hacían correr; de esta forma viví las cosas por las que ellos pasaron: las correteadas, los balazos o el hambre”.

Este es el testimonio de Alejandro Limón, quien interpreta al Coronel Florencio Estrada en Los últimos cristeros, el primero de los nueve filmes de la competencia oficial de Largometraje Mexicano, en exhibirse dentro del Festival Internacional de Cine de Morelia.

La cinta dirigida por Matías Meyer (El calambre), que recrea los últimos días de un grupo de campesinos adheridos al movimiento “por la defensa de la libertad de culto” durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, tiene como protagonistas a actores no profesionales descendientes de combatientes de la llamada Guerra Cristera y oriundos de los sitios en que sucedieron los hechos referidos en el filme.
 

Uno de ellos, Salvador Ferreiro detalló acerca de su personaje en la película: “es un viejo que ya quiere acabar con su existencia porque está atormentado por haber causado tantas muertes”, y agregó: “me da gusto que se haya hecho una película así, espero que cause una reflexión sobre el poder, hay que tener presente que este mundo se mueve por dos fuerzas: el amor y el temor”.
 

Por su parte, Meyer señaló sobre la decisión de filmar la adaptación del libro “Rescoldo: Los últimos cristeros” de Antonio Estrada: “yo creo que estaba predestinado a hacerlo basándome en las investigaciones de mi papá (Jean Meyer, especialista en el movimiento cristero); él piensa que las pocas películas mexicanas que han tratado el asunto no le han hecho justicia al tema y estaban poco documentadas”.
 

El realizador expresó que su padre ya vio la película: “para él es un ciclo de la vida que se cierra, él, a los 26 años vino a México a hacer una investigación profunda de los cristeros, se enamoró, se quedó aquí y luego nací yo. De chico, mi familia visitaba antiguos ranchos, yo no sabía quiénes eran esos amigos de mi papá, se trataba de descendientes de cristeros. Y ahora a mi me tocó hacer lo mismo”.
 

El director que se dio a conocer con “Wadley” subrayó que le interesó enfocarse en “Los últimos cristeros”, “más que en un tema religioso, en la fe, en la creencia en que se pueden cambiar las cosas y que vale la pena tener ideales, quise mostrar una especie de lucha entre David y Goliat”.
 

Asimismo, indicó que el ritmo de su tercer largometraje de ficción está dictado por “la voz interior de los personajes, por los silencios, por la búsqueda de la paz, aquí las que hablan son las imágenes”.
 

Finalmente, Meyer informó que la película estrenada en el Festival de Toronto y exhibida en los de Montreal y Valdivia, podría ser distribuida por una de las compañías que la produjeron, Axolote Cine, de la que él forma parte.