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A nadie se le escapa que no hay valor más seguro del cine español ante el mundo que Pedro Almodóvar. Sin embargo, su anterior película, “Los abrazos rotos” ni siquiera fue considerada en la primera terna por la Academia del Cine, con la que el manchego ha tenido una relación de amor/odio o de matrimonio/divorcio desde hace años. Ahora, el organismo, con el que se reconcilió Pedro de la mano de su anterior presidente, Alex de la Iglesia, sí ha elegido este miércoles a “La piel que habito” en su terna de precandidatas a representar al país ante el Oscar extranjero y el Ariel mexicano, junto a “Pa negre”, de Agustí Villaronga, y la inédita “La suerte dormida”, de Benito Zambrano.
  

Sobre el papel, no hay que ser demasiado experto para considerar que de esas tres películas es la que protagonizan Elena Anaya y Antonio Banderas la que más interés puede despertar entre los académicos estadounidenses. Las otras dos son dramas o melodramas relacionados con la Guerra Civil y sus consecuencias. Pese a no haber logrado la unanimidad de la crítica, “La piel…” cuenta con algunos de los elementos -y de los actores- que han cimentado la fama internacional del cineasta manchego, y ya tiene fecha de estreno en los Estados Unidos para el próximo octubre.
  

Si la última gala de entrega de los Goya contó con la presencia sorpresa de Almodóvar, quien en el escenario firmó simbólicamente la paz con la Academia española, ahora esta reconciliación podría quedar sellada si en uso de su buen criterio nombran a su última película como candidata española a la dorada estatuilla, esa de la que Pedro ya tiene en casa dos ejemplares.
  

“Estoy muy contento -ha dicho el realizador manchego en una nota enviada a nuestra redacción- de formar parte de esta terna, he visto las otras dos películas y me siento en muy buena compañía. Quiero darle las gracias a los miembros de la Academia que nos han votado. Nuestra película está actualmente en cartel y esperamos que se vea beneficiada por esta distinción. La terna demuestra una vez más la variedad del cine español, representamos tres opciones muy distintas, aunque dos de ellas versen sobre la guerra civil, están contadas desde sensibilidades y estéticas muy diferentes. Cualquiera de las tres películas puede representar a nuestra cinematografía en los Oscar y en los Ariel, pero hay que tener en cuenta que la nominación final es absolutamente imprevisible. Mientras tanto, disfrutaremos de estas dos semanas de bonanza. “La piel que habito” es a corto plazo la más favorecida, ya que está en cartel. Y también podrá verse en Estados Unidos justo dentro de un mes. Gracias a la Academia, y mi enhorabuena a mis compañeros Agustí Villaronga y Benito Zambrano”.
  

Por encima de filias y fobias personales, los académicos españoles están llamados a votar no a la mejor película española del año, ni siquiera a la que más les pueda gustar, sino a aquella que tendría más opciones de resultar premiada en el Kodak Theatre el próximo febrero, y esa es sin duda “La piel que habito”. De eso se trata en esta ocasión. Para juzgar lo demás ya están los Goya.
  

Ello no implica que “Pa negre” y “La suerte dormida” carezcan de virtudes, a pesar de ser dos films muy “españoles” en sus referencias históricas y temáticas. El primero, triunfador hasta cierto punto inesperado en los Goya y con una taquilla respetable considerando sus circunstancias, contó con el respaldo de la crítica desde su estreno hace casi un año en el Festival de San Sebastián. En cuanto al film de Zambrano, también basado en una obra literaria, se verá en ese mismo certamen por primera vez la semana próxima. Los académicos han podido verla o en pases privados o en formato digital, y hay que suponerle una calidad si se recuerdan sus anteriores dos cintas, la exitosa “Solas” y “Habana Blues”. Su lanzamiento en salas está previsto para el mes próximo.
  

No habrá que esperar mucho para salir de dudas. En justo dos semanas, el día 28, la Academia dará a conocer el título definitivo que mandará a Hollywood. Veremos si es una decisión movida por la racionalidad o por otras motivaciones…