Por Juan Pablo Russo
EscribiendoCine-CorreCamara.com
El realizador guatemalteco se apresta a estrenar en Argentina “Las marimbas del infierno” (2010), film que se presentó en la última edición del BAFICI con una amplia repercusión en el público y la crítica, algo que se extiende a cuanto país se presenta. “Nunca imaginé lo que pasa con la película”, nos dice en una charla exclusiva con EscribiendoCine.
¿Cómo surge el proyecto para la realización de Las marimbas del infierno?
De jugar un poco y de intentar hacer una historia con muy pocos recursos. Conocía a Blacko y siempre me intereso su historia y después supe que a Don Alfonso lo estaban extorsionando y en un momento de reflexión empecé a diseñar la historia de la película. Siempre quise unir la marimba con el rock pero como no soy músico no puedo. Entonces la película es una excusa para eso.
¿El grupo musical en el que se ancla la historia existe o es producto de la ficción?
El grupo de Blacko es real y se llama Los Guerreros del Metal y tiene casi 24 años de existencia. Las Marimbas del infierno es un grupo que arme para la película, es una ficción.
¿Tenés alguna relación especial con las marimbas o simplemente fue una ocurrencia que concluyó en la historia para una película?
La marimba es el instrumento nacional de Guatemala, quise jugar con la solemnidad con la que se mira a la marimba. No tengo ningún vínculo con la marimba, excepto que en los comedores populares siempre suena música de marimba a la hora de la comida.
La película combina un hecho dramático pero desde la perspectiva del humor ¿Cómo trabajaste ambos elementos desde la construcción narrativa?
Como pequeñas mentiras o bromas, fue como inventar una historia para engañar a un amigo para reírse un poco, o como reunir datos y mezclarlos con la ficción para tener una buena excusa si se cometió una falta, en la película improvisé en todo momento. Sabía de las vidas de mis actores y lo que hice fue ponerlos en situaciones que se me ocurrían.
¿Qué sensación te llevaste del público argentino luego de ser presentada y premiada en el último BAFICI?
Me pareció un público con mucha información y además con curiosidad por encontrar otro tipo de historias o que le cuenten otro tipo de historias. Creo que es de los pocos festivales diseñados para el cine de autor, por otro lado es un festival austero y eso me gusta porque son pocos los rockstars. Además es un festival grande pero con alma de festival pequeño, entonces tiene uno la sensación de estar con amigos o conocidos. Por otro lado tiene variedad cinematográfica y buenas proyecciones, como que están enfocados en que se vea cine o no en otras cosas. Entonces es un festival diseñado para el público que le interesa el cine contemporáneo. Además me dio la impresión que el público confía en la selección del festival.
Tengo entendido que tenés nuevos trabajos en post-producción. ¿Qué nos podés adelantar?
Tengo dos largos en fase de postproducción. Uno es Polvo, que escribí en la residencia de Cinéfondation y con el que tengo problemas con Ibermedia porque me congelaron el dinero ganado, debido a la falta de pago por parte de las autoridades en Guatemala con dicho fondo. Y bueno de esto me avisaron un día antes del rodaje. Hicimos la película con un pequeño préstamo y estamos esperando que las cosas se resuelvan. Es una coproducción con Tic Tac de España y Fábula de Chile. Y en mayo hice una película con mis amigos para evitar deprimirme por lo sucedido con Polvo, esta película se llama Hasta el sol tiene manchas, la hicimos con 5 personas, sin luces y los fondos son dibujados. Estoy editando esa película en este momento.
Guatemala es un país con escasa producción cinematográfica, ¿cuál es la receta para filmar una película y que a la vez tenga repercusión en todo el mundo?
No tengo recetas pero a mi me gusta en mis películas agradarme y ser fiel con el lugar de donde soy.