Por Javier Tapia Sierra.
La serpiente comiéndose la cola: el ouroboros. El número ocho tomado como símbolo del infinito. El samsara y su importancia en las doctrinas budistas, hinduistas y el jainismo. La humanidad ha encontrado en el infinito y su relación con el tiempo un concepto que lo fascina y en el cuál se ha sumergido numerosas veces para poder explicar o al menos comprender un poco de lo que se ha denominado como realidad.
Isaac Ezban nos entrega con su ópera prima “El incidente” un relato desafiante y que juega con las reglas tanto estructurales como narrativas. Dos historias se van construyendo a lo largo de los 100 minutos que dura la película. Por un lado un par de hermanos y un detective que se encuentran atrapados en una escalera infinita y del otro una familia retenida en una carretera infinita. En ambos espacios los objetos se multiplican apareciendo una y otra vez y lo único que parece cambiar son los protagonistas, viviendo de forma repetitiva en el mismo espacio e instante. La trama tan sencilla como puede sonar nos remite una variación del concepto del eterno retorno del filósofo alemán Friedrich Nietzche, ya que los protagonistas viven en este estado ciclotímico y al parecer sólo comprendiendo ese ciclo podrían encontrar una salida.
Una ópera prima honesta que no dejará indiferente a nadie
Cuando Goya pintó el famoso cuadro de “Saturno devorando a un hijo” dejó bastante claro el concepto del tiempo que no se detiene y devora todo, provocando miedo y angustia. En este sentido “El incidente” indaga en el paso del tiempo dentro de una estructura cuyas reglas no quedan del todo claras y que provoca miedo y angustia, siendo Saturno substituido por un espacio que parece encontrarse en un lugar metafísico o mental pero cuyo apetito insaciable permea toda la realidad de los personajes. Sería justo decir que esta realidad es una construcción de índole paranoica que tiene un toque de la obra del escritor Philip K. Dick, el cuál es referenciado en el film. La influencia de Dick otorga a este eterno retorno un elemento oculto que poco a poco, tras varias pistas termina siendo mostrado.
La película logra transmitir su concepto de la forma más clara posible haciendo uso de forma adecuada de los recursos estilísticos que el director tiene a la mano. La creación de atmósferas desde una simetría minimalista hasta una explosión colorida ayuda mucho a que los actores especialmente Nailea Norvind que brinda una actuación poderosa, se sumerjan dentro de la trama y nos lleven de la mano dentro de este laberinto que se repite de forma indefinida.
Es la repetición la que se vuelve el punto a favor y en contra de la película. Aunque el uso de la repetición funciona a establecer el contexto en el cuál se desarrolla la trama y da un sentido de dramatismo y suspenso, por momentos especialmente cerca del final recae en lo tautológico en su intento por ser entendida por la mayoría de los espectadores. Ezban, se arriesga y con “El incidente” nos entrega una ópera prima honesta que no dejará indiferente a nadie.
Ficha técnica.
El incidente Año: 2014 Duración: 100 min. País: México. Director: Isaac Ezban. Guión: Isaac Ezban. Música: Edy Lan. Fotografía: Rodrigo Sandoval. Reparto: Raúl Méndez, Humberto Busto, Nailea Norvind, Hernán Mendoza, Gabriel Santoyo, Fernando Álvarez Rebeil, Marcos Moreno, Héctor Mendoza, Adrián Ladrón de Guevara, Luciana Villegas, Paulina Montemayor, Magda Brugengheim, Leonel Tinajero. Productora: Yellow Films