Noticine-CorreCamara.com
Varios países europeos, entre ellos Francia y Gran Bretaña, podrán ver este verano la última cinta de Pedro Almodóvar, “La piel que habito”, antes que en su país de origen. Presentada a concurso en el último Festival de Cannes, la cinta protagonizada por Antonio Banderas y Elena Anaya no llegará a los cines españoles hasta el 2 de septiembre. “Nosotros vamos a estrenar en septiembre porque era la fecha idónea, y en esos territorios va antes porque para esos países es mejor fecha la que tienen prevista”, explicó a NOTICINE.com la portavoz de la productora de Almodóvar, El Deseo.
El primer país cuyas salas comerciales acogerán a “La piel que habito” será Francia, donde se estrenará el 17 de agosto. El 26 la verán en Gran Bretaña e Irlanda, y a partir de septiembre en otros países europeos. A Estados Unidos llegará en octubre.
En los últimos años, las películas del manchego han tenido tradicionalmente su estreno mundial en tierras ibéricas. Así, “Los abrazos rotos”, “Volver”, “La mala educación”, “Hable con ella” o “Todo sobre mi madre” se vieron en marzo o abril antes de una “première” internacional en Cannes (salvo “Hable con ella”, que no participó en el certamen galo).
Sin embargo, “La piel que habito” rompió esa tónica. Tal vez por el previsto lanzamiento en marzo del luego confirmado exito nacional “Torrente 4”, ese mismo mes, Almodóvar prefirió “guardar” su nueva película hasta Cannes y no proyectarla en los cines españoles hasta septiembre, por lo que otros países acabarán adelantándose al suyo propio.
Definida por el cineasta manchego como “un intenso drama que a veces se inclina por el ‘noir’, a veces por la ciencia ficción, y otras por el terror”, “La piel que habito” narra la historia de un reputado cirujano plástico que tras la muerte en accidente de su esposa se ha obsesinado por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla. Doce años después consigue cultivarla en su laboratorio, aprovechando los avances de la terapia celular. Para ello estará dispuesto a traspasar una puerta hasta entonces terminantemente vedada: la transgénesis con seres humanos. Y con ese fin no dudará en emplearla como arma de venganza.