Por Pedro Paunero 

El año 1928 el padre del género
documental, Robert J. Flaherty, descubrió a la bella y jovencísima Lupita Tovar[1]
en los estudios de Jesús H. Abitia en Chapultepec de entre 70 candidatos a
actores y actrices que habían terminado como finalistas de unas 5 mil
solicitudes. A petición suya, en Hollywood, sería llamada “lupita” para
diferenciarse de Lupe Vélez. Su primera participación, un papel pequeño al lado
de otro actor también novato, Bela Lugosi, sería en una cinta de la Fox que ya
experimentaba con el sonido y que está hoy perdida, The Veiled Woman[2],
así como en la primera película sonora de John Ford, The Black Watch[3],
en dónde interpretó a una muchacha hindú. En aquellos tiempos de principios del
cine sonoro no existía el doblaje, por lo que las compañías cinematográficas
rodaban versiones en otros idiomas de algunas de sus cintas, es el caso de The Cat Creeps[4]
que se estrenaría en los países de habla hispana como La voluntad del muerto[5]
y en la que Lupita tendría uno de los estelares, ambas basadas en la cinta muda
(y obra de teatro de John Willard) The
Cat and the Canary
de Paul Lenny (1927)[6],
uno de los proyectos del legendario productor Carl Laemmle.

Entonces llegó Drácula en 1931. Aquel
Lugosi novato y aquella recién llegada Lupita que actuarían, sin conocerse
entonces, en The Veiled Woman, protagonizarían
las versiones americana e hispana de la novela de Bram Stocker en la más
legendaria de las versiones y que es la cinta por la cual ambos son más recordados. 

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Esta versión hispana, rodada en los
mismos escenarios que el filme americano pero por las noches y con un menor
presupuesto, es hoy una cinta de culto, considerada superior técnicamente a la
versión de Tod Browning (su majestad oscura, director de la mítica Freaks de 1932), debido a cierta
libertad erótica, travellings ingeniosos (el acercamiento al vampiro en la
escalinata, valiéndose de una grúa) y, como han señalado muchos especialistas,
algunas escenas mejor resueltas, pero que carece, a decir del crítico del cine
de terror, Kim Newman, “de un Drácula mítico”[7].
Algunas curiosidades de esta cinta son que Lupita Tovar[8]
(a quien se le dificultaría aprender el inglés) tiene en la película un acento
chicano y que George Melford, su director, no hablaba español.

Breve documental sobre la versión
hispana de Drácula:

 http://www.youtube.com/watch?v=2YiGIwEqVPk

El mismo año, Lupita llegaría a México
a rodar la primera película sonora en el país, Santa, basada en la novela de Federico Gamboa, nuestra versión de
la célebre novela Naná de Emile Zolá,
es decir, la historia de una buena prostituta redimida por el amor.

Santa:

http://www.youtube.com/watch?v=j4VkA2Y-l1g

A casa de Lupita Tovar, en Los Ángeles, California,
el 27 de julio de 2010, llegó una carta muy especial que decía:

La Casa
Blanca, Washington.

¡Feliz
cumpleaños 100! Le deseamos los mejores momentos para esta ocasión.

Usted ha
sido testigo de un gran hito en la historia de nuestra Nación, y su vida
representa una parte importante de la historia de los Estados Unidos. Como
usted ha podido meditar a lo largo de un siglo de recuerdos, esperamos que ello
la llene de enorme orgullo y alegrías.

Felicidades
en el día de su cumpleaños, y que usted disfrute muchos más felices años en su
centenario.

Sinceramente:

Barack Obama y Michelle Obama (rúbrica).

 

Lupita
Tovar, actriz México-americana, algo olvidada en su país de origen, ha sobrepasado
ya el siglo y, junto a Manoel de Oliveira (director portugués nacido en 1908)
y  Luise Rainer (nacida en 1910 y
primera y más joven actriz en ganar dos Óscares de manera consecutiva) constituye
la tríada centenaria viviente de la historia del cine, y es hoy abuela de los
exitosos productores y directores Chris y Paul Weitz, responsables de cintas
como Antz (Hormiguitas, Eric Darnell, 1998) y American Pie (Paul Weitz, 1999).  

Homenaje
a Lupita Tovar en su centenario:

http://www.youtube.com/watch?v=hva1unX9s8A

 

NOTAS


[1]
La otra aspirante en ser escogida fue Delia Magaña (1903-1996).

[2]
Emmet J. Flynn, 1929.

[3]
Shari, la hechicera, 1929.

[4]
Dirigida por Rupert Julian, el director de El fantasma de la ópera de 1925,
junto con John Willard en 1930.

[5]
George Melford y Enrique Tovar Ávalos, 1930.

[6]
En español conocida como El legado tenebroso.

[7]
Carlos Villarías, actor español (cordobés) sería el Drácula hispano.

[8]
En el papel de Eva que corresponde en la cinta americana y en la novela a Mina
Harker.

Por Pedro Paunero

Pedro Paunero. Tuxpan, Veracruz, 1973. Cuentista, novelista, ensayista y crítico de cine. Pionero del Steampunk y Weird West. Colabora con diversos medios nacionales e internacionales. Votante extranjero de los Golden Globe Awards desde 2022.