Resentirán pequeños exhibidores la cuota VPF: Stavenhagen
Por Juan Manuel Badillo
El pago de la cuota por copias digitales de películas, el llamado Virtual Print Fee (VPF), modelo exportado desde Hollywood al mundo, afectará a cualquier película independiente, nacional o extranjera, dijo la directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Marina Stavenhagen.
“Esto a quien está afectado no es sólo al cine nacional, sino a todo el cine que se estrene en menos de 100 salas y nosotros queremos preservar que todas estas películas bajo este rango se vean en México, incluso el cine estadounidense independiente”, aclaró la funcionaria.
El llamado VPF se cobra en Estados Unidos desde el 2006 y tiene como finalidad que los dueños de los cines privados puedan recuperar la inversión que hicieron para cambiar proyectores de celuloide a digital. El modelo se exportó a todos los países donde tiene influencia Hollywood, incluyendo América Latina. En México se aplica a partir de este año y se pagará 800 dólares por pantalla durante 8 años.
La conversión digital, aclaró la especialista, puede dejar fuera del mercado a exhibidores y productores independientes y fortalecer el monopolio fílmico, dominado evidentemente por Hollywood.
“El tema es que la misma copia en 35 milímetros (celuloide) la sacabas de un cine y la ponías en otros, con la copia digital pagas una cuota y luego sigues pagando, no la misma cantidad, pero sigue pagando en otras salas, y esto es algo que debe discutirse con cuidado para ver si efectivamente esto está incrementando el costo o si están logrando cierto equilibrio”, explicó.
La funcionaria mexicana indicó que es necesario debatir sobre leyes de cinematografía que incluye las nuevas plataformas digitales. “El tema de la transición al digital es un tema global y los gobiernos están abordando desde distintas perspectivas”, dijo Stavenhagen.
En América Latina, explicó, sólo los gobiernos de Argentina y Brasil han intervenido para paliar la conversión de cine de celuloide a digital. El gobierno argentino, por ejemplo, se ha encargado de cambiar los proyectores digitales en el llamado circuito de exhibición Espacios INCA.
En el caso de México, dijo la funcionaria, el Estado podría pagar parte de la conversión digital de los cines privados, al permitir que los grandes distribuidores estadounidenses, los llamados “majors de Hollywood”, puedan aplicar a un fondo público de 80 millones de pesos (4.5 millones de dólares) en apoyo a la promoción y distribución del cine mexicano.
Con la ayuda de este fondo, “incluso se pude estimular a que “las majors” puedan voltear al cine mexicano, que muy pocas veces lo hacen”, precisó.
“No es que les estemos ayudando a los exhibidores a pagar un gasto que ellos tiene que hacer, hay una transición a lo digital y lo que hay que ver de qué manera el Estado puede contribuir a que esa transición no impacte en la distribución de cine nacional”, declaró.
El nuevo fondo público, llamado EPROCINE, se aprobó en el país este año y los distribuidores tiene hasta el 10 de agosto próximo para presentar proyectos. Las bases establecen que sólo se apoyarán películas mexicanas para su distribución en cines en todo el territorio nacional.
Stavenhagen dijo que la intervención estatal en este tema evitará que los exhibidores independientes queden fuera del mercado.
“En México como tenemos un sector de exhibición monopolizado por grandes cadenas exhibidoras (Fox, Universal, Warner Bros, Disney y Paramount), los pequeños exhibidores lo van a resentir”, agregó.
“Yo no le veo nada de malo en el sentido de que la política pública se inserte en tratar de balancear esas asimetrías”, remató.
En México, la cadena Cinépolis, que domina el mercado, anunció una inversión de 300 millones de dólares para concluir la conversión digital de sus más de 2000 salas en todo el país y en Centro América en el 2013 a más tardar.