Retrasa la entrega de Arieles la falta de recursos
Noticine.com-CorreCamara.com
La Academia Mexicana de Artes y Ciencas Cinematográficas, que
actualmente preside el cineasta y productor Carlos Carrera, se verá
obligada a retrasar su gala anual de entrega de premios, los populares
Ariel, con más de medio siglo de historia, por falta de liquidez
económica. No hay dinero en sus arcas, aunque en declaraciones a la
agencia AP, el autor de “El crimen del padre Amaro” niega que la entidad
esté en la bancarrota, asegurando que es “un problema administrativo”.
La Academia en realidad tiene los fondos asignados, aunque las
autoridades no han definido a tiempo qué institución en concreto será la
que otorgue la subvención, el Consejo Nacional Para las Artes o el
Instituto Mexicano de Cinematografía. Como consecuencia de ello, de
momento se ha retrasado un mes tanto la lectura de la lista de nominados
como la ceremonia de entrega, la cual pasará de mayo a junio.
“Siguen
en juntas para ver como se resuelve esa situación y mientras siguen en
juntas, teníamos como fecha original el 23 de marzo y decidimos pasarla
al 2 de junio haya o no haya recursos”, dijo Carrera a AP. “En este caso
tendríamos que haber contado con los recursos mucho antes, porque
tampoco se organiza en un par de meses, es un proceso muy largo. Mandar a
hacer las estatuillas se lleva dos meses por ejemplo”, agregó.
Al
parecer, todo se resume en una cuestión burocrática digna de una
comedia al estilo “La ley de Herodes”: El dinero existe, incluso la
cifra es superior a la de años precedentes, pero no se sabe dónde está. Y
la consecuencia empieza a ser insostenible por parte de la Academia,
que sin un fondo de reserva no ha podido pagar a sus propios empleados
en los últimos meses.
“La situación es crítica y no se les ha
pagado en dos meses y medio. No se puede operar en sus oficinas ni con
la página web”, reconoció la secretaria técnica de la Academia, Silvia
Gil, mientras que el propio presidente del organismo reconoce que los
trabajadores se han tenido que acostumbrar a no recibir puntualmente sus
nóminas durante más de una década: “A lo largo de los últimos 12 años
ha sido un poco una constante, siempre nos aguantan un par de meses,
siempre ha habido un punto en el que los dineros oficiales llegan más
tarde”.
Carrera, sin embargo, considera que tirar la toalla con
una dimisión no arreglaría nada: “Mi periodo dura dos años, concluye en
agosto, en ese mes habrá elecciones nuevas y será normalmente. La idea
es dejar todo estructurado y realizado para que no vuelva a repetirse
una situación como la presente”, concluye.
Al parecer, todo se resume en una cuestión burocrática