Por Jon Apaolaza
Noticine.com-CorreCamara.com

El guionista y realizador David Trueba se inspiró en la experiencia real de un profesor de inglés que fue hasta Almería en los años 60 para conocer en persona a John Lennon, quien rodaba allí una película, para hacer la comedia y “road movie” intergeneracional “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, protagonizada por Javier Cámara, Natalia de Molina y Francesc Colomer, una de las cintas más aplaudidas del último Festival de San Sebastián. Cuando esta semana llega a las salas españolas, hablamos en exclusiva con el cineasta madrileño sobre su interés en las historias del pasado y sobre el futuro del cine español.

– ¿Qué cuenta en su nueva película?

“Vivir es fácil con los ojos cerrados” es una historia muy española, que transcurre en los años 60 en España, en un momento en el que vino John Lennon, el integrante de los Beatles, a rodar una película a Almería. La historia que se cuenta es la de un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés a sus alumnos y emprende un viaje para conocer a John Lennon. La España de aquel momento es la de la dictadura de Franco, una España triste, gris. En el camino, encuentra a dos personajes, víctimas de esa sociedad. El profesor los adopta, se los lleva consigo y trata de abrirles los ojos a la vida, a la felicidad y a las posibilidades que el mundo te ofrece.

– “Soldados de Salamina”, “Madrid, 1987”, ahora “Vivir es fácil con los ojos cerrados”. Parece que le interesa a usted bastante el pasado de España…

Soy de los que piensan que es muy difícil leer el presente; el presente está lleno de estímulos, es magma. Suceden muchas cosas y es muy difícil reducirlo como los libros de historia reducen las épocas. Yo creo que es importante para explicarte el tiempo en que vives dar un paso atrás y mirar otras épocas, otros momentos y tratar de reflexionar sobre cómo otras generaciones se enfrentaron a problemas similares y de ahí que las películas deban mirar hacia atrás, con el objetivo de convertirse en espejos de la época en la que vivimos o por lo menos, proyecciones de la época en la que vivimos. Lo hacen también las cintas de ciencia-ficción con el futuro. En el fondo, también están proponiendo soluciones a problemas actuales. En este caso, la historia de España, de John Lennon y lo que John Lennon emanaba para una generación, me parece interesante a día de hoy, porque considero que continuamos en un mundo que tiene muchas dificultades, problemas y carencias y donde necesitamos gente que nos ilumine, que nos encienda el sol cada día.

– En este caso ¿cuál fue el germen de la historia? ¿La música de Lennon? ¿Un tiempo de cambio?…

El germen fue pensar “¿Qué hace un tipo como John Lennon en la España de 1966? ¿Qué imagen tiene de ese país? Y una cosa más importante, ¿qué buscaban los jóvenes españoles en él en ese momento? ¿Qué podían encontrar? ¿Qué respuestas podía tener John Lennon ante lo que vivía un joven español en el año 1966 bajo la dictadura de Franco?

– Vimos imágenes en el Facebook de la película que sugieren un rodaje muy agradable, casi familiar. ¿Lo fue realmente?

Trato de que los rodajes sean agradables para que la gente esté inspirada y ofrezca lo mejor de sí misma, pero en lo que se refiere a mí, soy una persona muy agobiada en un rodaje. En este caso,  tenía pocas semanas para hacerla y muchas cosas que filmar. Había además, mucho rodaje en exteriores y todo esto en Almería, que tiene unas condiciones climáticas difíciles. La conclusión es que yo trataba de que no se me notara, pero la realidad es que estaba viviendo por dentro con mucha intensidad todo el rodaje. Tratas de que los actores perciban que estás bien, relajado y que tienen tiempo y tú estás “¡vamos, vamos, vamos!”, pero no hay otra. Trabajamos con presupuestos muy limitados y con tiempo muy escaso y no te puedes relajar ni un segundo. Yo siempre digo “ya lo celebraremos cuando la acabemos”.

– Su película, aunque no fue premiada, recibió una buena acogida en San Sebastián, donde tuvo su estreno mundial. ¿Qué le quedó de esa experiencia?

Se dice que “nadie es profeta en su tierra” y las películas españolas en San Sebastián pueden salir golpeadas o no, pero te arriesgas siempre que vienes y nosotros encima veníamos con la película recién terminada, sin apenas proyecciones donde hubiésemos podido observar la reacción de la gente… Pero fue estupendo, creo que la recepción resultó muy buena, muy calurosa y nos quitó la tensión de encima. Te sientes muy agradecido porque necesitamos enseñar las películas en los festivales para armar un poco de ruido, para que se conozca, para que la gente sepa de la existencia de una película que se llama “Vivir es fácil con los ojos cerrados” y yo, que no soy muy partidario tampoco de la competición, de poner a competir dos películas, porque creo que cada película tiene su vida, tengo que aceptar. Para los productores es importante y para la carrera de la película es importante que se vea, que se hable de ella. Sacrificas un poco tus propios gustos porque lo necesitas hacer.

– Hubo quien se preguntó por qué “Vivir es fácil…” no estuvo entre las precandidatas españolas para acudir a los Goya. ¿No les dio tiempo a presentarla antes?

No. Me hubiera encantado, pero no la teníamos acabada en el momento en que obliga la Academia de Hollywood a que estén estrenadas las películas al menos técnicamente (que me parece que es el 31 de septiembre). Si no has estrenado comercialmente antes de esa fecha tienes que hacer un estreno de una semana en algún cine de algún lugar de España, y no teníamos terminada la película realmente. La acabamos justo para acudir a San Sebastián. El año que viene se volverá a intentar si los académicos lo ven pertinente.

– ¿Cómo está viviendo usted la crisis económica que afecta al cine español? ¿Piensa que se superará y volveremos a los niveles de apoyo institucional previos, o aquellos tiempos ya nunca regresarán?

Yo creo que la clave del cine español es el público más que las políticas. Es decir, las políticas cambian; hay épocas mejores y peores. Ahora vivimos una mala porque ha perdido apoyo todo. Cuando pierde apoyo la Educación, la Sanidad, no puedes exigir nada, y estamos totalmente abandonados todos por la Administración. Pero yo creo que la salvación del cine español está en que el público siga apostando por él y siga convirtiendo al menos, algunas películas, en buenos negocios. Al final, la gente necesita recuperar el dinero que ha puesto para embarcarse en otra cinta y si gana un poco, mejor, porque tendrá más para gastárselo en la siguiente. Y dependemos del público, de los canales de distribución, de televisión y de la demanda del público, aquí y por el extranjero. Y por ahí, yo creo que nos falta una mayor labor pedagógica que hacer. Creo que han conseguido contaminar a una parte del público español con cierto desprestigio hacia nuestro cine y siempre que me preguntan digo lo mismo: Creo que ha sido una contaminación interesada, dirigida y planificada, con bastante habilidad, y que nos ha quitado una parte de españoles que disfrutaban mucho con nuestro cine y que de pronto ahora se lo piensan dos veces antes de acudir. Me da la sensación de que en algún momento tienen que perder ese desprestigio y darse cuenta de que han sido manipulados y de que tienen que volver y reconciliarse con el cine de su país.

FOTO: ocio.farodevigo.es


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