Por Jean-Pierre Garcia*
Exclusiva desde Cannes
Debido a la controversia alrededor de “Okja”, tercera película del cineasta coreano Bong Joon Ho (The Host, Snowpiercer), su proyección dentro de la competencia en el Festival de Cannes era uno de los eventos más esperados. Como se sabe “Okja”, fue comprado por Netflix y no va poder exhibirse en salas, un requisito que pidió el festival y la Federacion de Distribuidores de Films para el año entrante. La pelea va más allá de esta película. Además, sucedió lo que nunca pasa en Cannes, donde por norma las cualidades de las proyecciones son de las mejores que se puede uno imaginar. Durante unos cinco minutos, la proyección corrió en un formato incorrecto, hubo gritos y pseudo aplausos que llenaron la sala. Hasta que se empezó de nuevo. El festival pidió disculpas y alegó un problema técnico, pues no era un acto de militantes cinéfilos para sabotear a Netflix. Punto final de la polémica.
La película, producida y actuada por Tilda Swinton, pretende ser un King Kong ecologista. Una empresa multinacional crea de modo genético un puerco enorme y monstruoso para que le salga menos cara la producción de carne. Desarrollando un marketing enorme, se inventan un cerdo nacido en Chile por casualidad y pretenden criarlo de modo natural en varias fincas aisladas y tradicionales en el mundo entero. En los montes de Corea del Sur, un anciano y su nieta cuidan de Okja, unos de estos marranos que parece un hipopótamo. Y la joven desarrolla una gran ternura (casi amistosa) con el animal. Pero lo que tiene que pasar sobreviene. Los dueños gringos del puerco pretenden que Okja, que gana el concurso del puerco más lindo, sea trasladado a Nueva York, para convertirlo en salchichas y jamones. Pero su objetivo se complica pues un Frente de Liberación de los Animales se opone a esto.
Esta película, que posee muchos efectos especiales y animaciones mezcladas con personajes reales, funciona casi como una farsa mucho más que como una metáfora de nuestro mundo. Una farsa al gusto del marketing, porque todo está hecho para que las lágrimas broten en los ojos del público. De cierto modo la peli, desde mi punto de vista, es más un producto del marketing que una verdadera denuncia del tratamiento de los animales en estas grandes compañias.
Al inicio, la trama de este “King Kong” de hoy resulta simpático pero de modo rápido vienen las recetas del Hollywood más rutinario, no el viejo Hollywood de las estrellas de los cuarenta o cincuenta, ni tampoco el Hollywood de los años ochenta cuando ya Wall Street se había tragado la fabrica de sueños.
Así que viendo el resultado final de “Okja” no parece mala idea que se la guarde Netflix para sus programas de televisión y que no contamine las salas de cine, más aún cuando por principio se puede preferir que toda película de cine ha de mostrarse por primera vez en salas de cine.
Al final lo más interesante en “Okja” es la animación de este monstruo porcino, verdadero personaje antropomorfo y al modo de Walt Disney.
“Okja” de Bong Joon Ho
Corea del Sur 2017, 118mn
En competencia
* Jean-Pierre García es crítico e historiador de cine, fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine de Amiens, Francia, de 1980 a 2011. Organizó varias retrospectivas y homenajes al cine mexicano y participó en el libro “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos mexicanos!. En 1996, creó el Fondo de Apoyo a Desarrollo de Guiones del Festival de Amiens. Ha sido integrante y presidente de varios jurados internacionales en Europa, África, Asia y América Latina. Es experto en políticas de financiamiento y apoyos a cines del hemisferio sur.