Tres años después de la comedia musical un poco loca “Tralala”, rodada en Lourdes, ciudad donde nacieron, los hermanos Arnaud y Jean-Marie Larrieu vuelven a Cannes a la sección oificial para presentar “Le Roman de Jim” (2024), una adaptación de la novela homónima de Pierric Bailly. Con la actuación de Karim Leklou, Laetitia Dosch y Bertrand Belin.
El joven Aymeric sale de prisión. Había sido encarcelado por una tontería (un robo cometido y organizado por amigos de juerga). No denunció a nadie, pero quedó condenado a dos años de cárcel. Se encuentra con Florence, que trabajó con él en un supermercado. Florence está embarazada de seis meses, pero el padre ya estaba casado y con dos hijas. La dejó de inmediato. Aymeric y ella se enamoran y él la apoya totalmente, incluso cuando nace el pequeño Jim. Él encontró una pareja querida; además de su historia de amor con Florence, descubre el amor paterno. Los tres viven felices durante años en un pueblo cerca de los montes cuando aparece el padre biológico de Jim.
Lentamente y como si nada, el reaparecido toma más y más lugar en la familia. Florence se enamora de él de nuevo y el gentil Aymeric se queda solo, y sin Jim. La nueva familia se traslada a Montreal y no da más noticias de Jim. Aymeric sale lentamente de esta situación de desesperación y poco a poco reconstruye su vida.
Esta historia, más común de lo que uno se imagina, nos lleva por los caminos de la traición amorosa. La vida que se construye alrededor de un hijo también tiene fallas y desilusiones. Los hermanos Larrieu nos invitan a visitar vidas comunes y auténticos dramas, a media voz, con sensibilidad y justeza. Muchas parejas separadas, cuando se acaban los días de amor, encontrarán en “Le Roman de Jim” un alma gemela, algo como una nueva pareja que los escucha. En un estilo muy sencillo, sin artificios o exageración, esta pintura de lucidez y esperanza, a pesar de todo, nos atrae mucho.
En tiempos violentos y crueles, en tiempos de cine de la crueldad, Arnaud y Jean-Marie Larrieu abren una ventanilla, por donde se levanta una lucecita.