Por Jean-Pierre Garcia
En exclusiva desde Cannes

Casi toda la obra de Rithy Panh aborda la historia de su país, Camboya. Un país fronterizo con Vietnam y Tailandia, un país que siempre quedó entre dos fuegos, entre dos guerras: una con los franceses en Indochina y otra con los norteamericanos en Vietnam. Su rey, Norodom Sihanouk, trató de ser neutral y no preso de las batallas ajenas. Pero poco a poco, se hundió con la generalización del conflicto américo-vietnamita y la lucha de grupos como los jemeres rojos (los jemeres es el nombre tradicional de los camboyanos). Cuando los americanos perdieron la guerra en Vietnam, los jemeres rojos se quedaron como los amos del país. Entonces armaron una revolución terrible y decidieron sacar al pueblo de las ciudades, símbolos del régimen capitalista, y llevarlo al campo (algo parecido al sistema de los Guardias Rojos de la China de Mao Tse-Tung).

Murieron millones de personas por maltrato (hambre, torturas, etc.). Rithy Panh, después de haber estudiado cine en Francia, se pasó la vida organizando un increíble trabajo de memoria en lo que respecta a su pueblo y sus dramas. Recordamos sus documentales (“Site 2 – Sitio 2”, “S21: La máquina de muerte de los jemeres rojos”, 2002, etc.). Dirigió un largometraje de ficción, adaptado de la novela de Marguerite Duras, “Un barrage contre le Pacifique” (“Un dique contra el Pacífico”) – 2008. Esta película trataba de la vida de una maestra viuda con cuatro hijos en Indochina, entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Rithy Panh reorganizó desde la nada el cine en Camboya (en términos de producción, guion y dirección), rearmando salas y festivales de cine. Respondiendo presente a una multitud de invitaciones, está muy comprometido en los análisis y preguntas sobre el genocidio y el fenómeno que lo permitió.

En “Una cita con PolPot” (“Rendez-vous avec Pol Pot”, Cambodia-Francia, 2024), Rithy Panh utiliza la ficción pues no existen documentos sobre esta cita. El director se apoya en el libro “When the War Was Over: Cambodia and the Khmer Rouge Revolution” (“Las lágrimas de Camboya”) escrito por la periodista norteamericana Elizabeth Becker, corresponsal del Washington Post. En 1978, tres años después de la victoria de los jemeres rojos, tres franceses aceptaron la invitación de Pol Pot con la certeza de conseguir una entrevista con él, lo que ningún periodista occidental había conseguido hasta entonces. Fueron tres: una periodista muy reconocida, un reportero fotógrafo y un profesor que conoció bien a Pol Pot cuando estudiaban en París.

Rápidamente se darán cuenta de lo que se esconde detrás de las imágenes de propaganda. No todos saldrán vivos de esta trampa. Imaginada como una película de acción muy comprometida, la obra ha carecido de los financiamientos necesarios para reconstruir los decorados y las locaciones. Se habla demasiado y no hay tiempo para desarrollar las emociones. Es más un testimonio que quizás hubiera funcionado muy bien en un ambiente teatralizado.

Para el director Rithy Panh: “lo más importante es, para el pueblo de Camboya, recuperar su identidad y sus raíces”. Esta ficción nos habla fuertemente sobre la tiranía y los crímenes que se han cometido pretendiendo construir un mundo y un hombre nuevo.

Por Jean-Pierre Garcia

Jean-Pierre García es crítico e historiador de cine, fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine de Amiens, Francia, de 1980 a 2011, que muestra cine del mundo entero y ha desarrollado un papel muy importante en lo que se refiere al apoyo a jóvenes directores de África, Asia y América Latina. Organizó varias retrospectivas y homenajes al cine mexicano y participó en el libro Luz, cámara, acción: cinefotógrafos mexicanos. En 1996, creó el Fondo de Apoyo a Desarrollo de Guiones del Festival de Amiens. Ha sido integrante y presidente de varios jurados internacionales en Europa, África, Asia y América Latina. Es experto en políticas de financiamiento y apoyos a cines del hemisferio sur.